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La izquierda exquisita

Quizá Zapatero no llegue a descubrirlo nunca pero, hacia el año 69 del siglo pasado, un tal Peter Druker ya comenzó a divulgar todos los tópicos y lugares comunes sobre la economía del conocimiento que él recita sin tregua desde hace una semana.

widham dijo el día 21 de Mayo de 2009 a las 16:50:

Felicidades por su columna, D. José. Con su fina ironía es usted sin duda el mejor articulista de España. Es raro el día en que leyendo una de sus columnas no me hace esbozar una sonrisa. Siga así.

pedromar dijo el día 21 de Mayo de 2009 a las 01:08:

Lo más duro de todo es que efectivamente hay que cambiar de modelo productivo o producir lo mismo pero más barato. Para producir más barato hizo falta importar tecnología y cerrar las fábricas que no se pudieron colocar a las multinacionales, y eso fue lo que se hizo en los ochenta. Y el excedente de mano de obra pasó al sector funcionarial y al de servicios. Y ahora estamos en lo mismo. Además antes contábamos con la ventaja de poder devaluar la moneda, pero ahora ya no. Aquí, en Menorca, estuvo el campo, luego el calzado y la bisutería, y finalmente es turismo y después la construcción. Por tanto hubo cambios en el modelo, por otra parte muy fáciles: al campesino se le hizo asalariado de las fábricas, luego camarero o peón. ¿Y ahora? Ni conocimiento ni leches, lo que hace falta es formación, que es también conocimiento, pero específico. De eso no hay nada ni se espera que lo haya.

Hace cincuenta años que nuestra principal industria es el turismo de masas. Veo muy difícil volver a traerlo con la moneda que tenemos. Y el turismo de élite ya lo absorbe Francia o Italia. Y no hay tantos ricos para dar de comer a tanta gente.

El problema es que hoy se compite con sueldos bajos, como en China, o con tecnología punta. Y ni lo uno ni lo otro parecen viables en España sin atravesar una crisis social tremenda, porque hoy ya no existe el colchón familiar de hace veinte años.

Pero hay que cambiar el modelo de producción. He ahí el drama. Para este sujeto, lo mismo que para sus votantes, el modelo que tenemos, la realidad, es como la montaña a la que se acercaban los ladrones, que le hablaban y entonces la montaña se abría.

No se abrirá, claro. Pero alguien tendrá la culpa de que no lo haga, y no serán ellos, los que gritan.

Hay que abrir esa montaña y no tenemos más que gritones indignados porque no se abre cuando le gritan.

Arra dijo el día 20 de Mayo de 2009 a las 23:10:

Y qué se va a esperar de un bobo solemne- gran día tuvo Rajoy cuando acuñó el calificativo-. Y qué se va a esperar de sus asesores, si todo al que nombra para algún cargo importante es , aún, más ignorante que él.


Tiene toda la razón, Don José. Esperemos que su artículo sirva para abrir los ojos a los que votan a Z. A los que creen en sus solemnidades