A mi entender aqui ya no estamos hablando de la ética o falta de ella de los sindicatos, sino de posibles delitos penales como malversación de caudales público y soborno, así como administración desleal, unos los sindicatos cobran sustanciosas subvenciones para no hacer su trabajo y traicionar a los trabajadores y sus afiliados, y otro el gobierno paga con dinero público la traición de los sindicatos para que obedezcan, no ya la voluntad del gobierno sino del partido político del gobierno.
Cómo pueden ver todos no sólo es éticamente repugnante sino delictivo.
Los sindicatos y sindicalistas siempre me parecieron unos parásitos, verdaderos desertores del trabajo, aunque supongo que algún sindicalista habría, de buena fé, que realmente sintiera que debía procurar por el bienestar del trabajador. Siempre puede haber honrosas excepciones.
Recuerdo que en una de las empresas en que trabajé, la "buena gente" de CC OO, abucheaba a los "jurados de empresa", como antes se llamaban, porque no hacían huelgas. La realidad era que nuestra compañía pagaba religiosamente y cada mes de enero procedía a la actualización del sueldo. Cuando los demás cobraban dos pagas extras a lo largo del año nosotros cobrábamos cuatro.
Posteriormente, ya en democracia, los sindicatos UGT,CC OO y CNT tensaron tanto la cuerda que la citada compañía se convirtió en una más dejando de ser un lugar atractivo para trabajar: terribles huelgas para obtener un aumento del IPC a un mísero punto por encima.
Por ello mi sistema ha sido en los distintos empleos negociar con el empresario mis emolumentos y me ha ido bien sin querer saber nada de sindicatos ni afiliarme a ninguno.
Estuve afiliado obligatorimante al sindicato vertical durante 14-15 años, como todo quisque. Al hilo de esto, ahora que todo el mundo reclama deudas históricas me pregunto dóde han ido a parar mis cotizaciones de esos 15 años. Yo mismo me contesto: seguramente a los bolsillos de los sinverguenzas de comisiones o ugt.
Excelente articulo, que comparto de pe a pa. En vista de la complicidad de los verticalistas y amarillistas sindicatos que padecemos los trabajadores, ésta es una buena oportunidad para USO. Necesitamos un tercer sindicato que compita en buena lid con esta pareja de sindicatos mafiosos, convertidos en la fiel infantería del gobierno más insolidario y catastrófico de la democracia.