Tituló El País: "La Xunta de Feijóo arranca con un 47% menos de altos cargos. La rebaja fiscal prometida por el PP costará a Galicia 200 millones". La información aseguraba que la reducción de altos cargos es "austeridad", así, entre comillas. Y añadía que esa medida "sería insuficiente para compensar la pérdida de ingresos que sufrirá la Xunta como consecuencia de la reforma fiscal que va a poner en marcha el nuevo Gobierno del PP".
Coste para Galicia. Pérdidas y sufrimiento para la Xunta. Una gran pena, sin duda, pero hay que informar y los hechos son sagrados: a Galicia le va a costar, la Xunta va a perder y va a sufrir. Lo bueno, claro está, sería que no perdiese y no sufriese, es decir, que subieran los impuestos.
Ahora bien, si los impuestos bajan hay algunas personas en Galicia que ni pierden ni sufren. A ellas la medida no sólo no les cuesta sino que les beneficia. Esas personas, dirá usted, deberían estar incluidas en una información sobre los impuestos. Pero en tal caso, como el diario habla de costes, de perder y de sufrir, cuando aborde la situación de quienes pagarán menos impuestos deberá celebrar esta circunstancia y felicitar al gobernante que alivia la carga fiscal de sus súbditos.
Pero El País informó: "Núñez Feijóo planea aplicar la vieja receta conservadora para contraer la presión fiscal un 8,2% en el IRPF, de lo que se beneficiarán las familias cuyas rentas se encuentren en el primer tramo de la escala del impuesto". Excelente y objetiva información que debe leerse así: los asquerosos del PP bajan los impuestos para favorecer a los asquerosos ricos. Eso sí que es informar.