L D (EFE) Este fallo del Consejo de Estado se acoge al artículo 40 de la ley del audiovisual, aprobada en 1986, según el cual “una persona de nacionalidad extranjera” es toda persona física extranjera o sociedad cuya mayoría de capital social no esté detentado, directa o indirectamente, por personas físicas o morales de nacionalidad francesa, a lo que la alta instancia añade la posibilidad de que sean europeas. Más del 50 por ciento del capital de Vivendi Universal es francés o europeo, por lo que, según el Consejo, se trata de una sociedad de nacionalidad francesa. Además, este gigante de la comunicación ostenta el 49 por ciento de Canal+, en la que más del 95 por ciento del capital es de accionistas europeos.
El Consejo de Estado, cuyo dictamen también beneficia a las cadenas privadas francesas TF1 y M6, indica que todos los accionistas, tanto pequeños como grandes, deben ser tenidos en cuenta en este cálculo de porcentaje del 50 por ciento del capital en manos francesas o europeas. En su fallo, a instancias del Consejo Superior del Audiovisual (CSA), la máxima autoridad administrativa de Francia sólo toma en consideración a los accionistas directos y su nacionalidad, pero no a los indirectos ni la necesidad de consolidar el accionariado de holdings y de sus filiales.
Tras este dictamen, el CSA verificará de nuevo si las radios o televisiones francesas no están bajo la dependencia o el control de las sociedades de las que son filiales. En el caso de Canal+, los accionistas dejan a los directivos libertad en el establecimiento de su política general y editorial. Al respecto, el presidente de Vivendi Universal, Jean-Marie Messier, aseguró recientemente al Consejo Superior del Audiovisual la independencia de Canal+.
El Consejo de Estado, cuyo dictamen también beneficia a las cadenas privadas francesas TF1 y M6, indica que todos los accionistas, tanto pequeños como grandes, deben ser tenidos en cuenta en este cálculo de porcentaje del 50 por ciento del capital en manos francesas o europeas. En su fallo, a instancias del Consejo Superior del Audiovisual (CSA), la máxima autoridad administrativa de Francia sólo toma en consideración a los accionistas directos y su nacionalidad, pero no a los indirectos ni la necesidad de consolidar el accionariado de holdings y de sus filiales.
Tras este dictamen, el CSA verificará de nuevo si las radios o televisiones francesas no están bajo la dependencia o el control de las sociedades de las que son filiales. En el caso de Canal+, los accionistas dejan a los directivos libertad en el establecimiento de su política general y editorial. Al respecto, el presidente de Vivendi Universal, Jean-Marie Messier, aseguró recientemente al Consejo Superior del Audiovisual la independencia de Canal+.