L D (EFE) Este viernes, el propietario de Gescartera, con un traje impecable y un moreno envidiable, ha vuelto a declarar ante la juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios. Antonio Camacho ha explicado que que los accionistas de Asesores 2000, Roberto Santos y Jesús Carrillo, contribuyeron a financiar a la agencia de valores desde sus inicios, a comienzos de los años 90. Según desveló Camacho buena parte de las pérdidas de dinero que tuvo esta agencia se debieron a los altos intereses, del 300 por ciento en algunos casos, que pagó por la financiación que le prestaron los accionistas de Asesores 2000 Roberto Santos y Jesús Carrillo.
No en vano, recordó que Santos y Carrillo le entregaron en torno a 3.000 millones de pesetas en total en los últimos dos o tres años. La agencia de valores tuvo que devolver con grandes intereses, que llegaron a ser del 300 por ciento y en otras ocasiones del 18 por ciento en dos meses, lo que supone una rentabilidad anual del 216 por ciento. Según se recoge del testimonio del dueño de Gescartera, este dinero se lo entregaban en efectivo y no era únicamente de su propiedad, sino que ambos hacían de intermediarios para otras personas, entre ellos periodistas que no quiso detallar. Los fondos se ingresaban la mayor parte de las veces en la sucursal de “La Caixa” en Majadahonda (Madrid), hasta donde lo trasladaba en maletas su chófer .
Precisamente, la juez Teresa Palacios imputó el jueves a Miguel Prats y José Alfonso Castro, director y subdirector de la sucursal de La Caixa en Majadahonda, respectivamente, por su implicación en el blanqueo de dinero de la agencia Gescartera. Camacho dijo que el interés de Carrillo y Santos en inversiones a corto plazo, así como sus peticiones de ver el dinero físicamente en algunas ocasiones, explica el hecho de que entraran y salieran en muy poco espacio de tiempo grandes cantidades de dinero en efectivo que su chófer se encargaba de trasladar.
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No en vano, recordó que Santos y Carrillo le entregaron en torno a 3.000 millones de pesetas en total en los últimos dos o tres años. La agencia de valores tuvo que devolver con grandes intereses, que llegaron a ser del 300 por ciento y en otras ocasiones del 18 por ciento en dos meses, lo que supone una rentabilidad anual del 216 por ciento. Según se recoge del testimonio del dueño de Gescartera, este dinero se lo entregaban en efectivo y no era únicamente de su propiedad, sino que ambos hacían de intermediarios para otras personas, entre ellos periodistas que no quiso detallar. Los fondos se ingresaban la mayor parte de las veces en la sucursal de “La Caixa” en Majadahonda (Madrid), hasta donde lo trasladaba en maletas su chófer .
Precisamente, la juez Teresa Palacios imputó el jueves a Miguel Prats y José Alfonso Castro, director y subdirector de la sucursal de La Caixa en Majadahonda, respectivamente, por su implicación en el blanqueo de dinero de la agencia Gescartera. Camacho dijo que el interés de Carrillo y Santos en inversiones a corto plazo, así como sus peticiones de ver el dinero físicamente en algunas ocasiones, explica el hecho de que entraran y salieran en muy poco espacio de tiempo grandes cantidades de dinero en efectivo que su chófer se encargaba de trasladar.
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