L. D. / Ana Portalo.- Votarán en contra los grupos de la oposición, que coinciden en las líneas básicas del análisis de las conclusiones. Y para contarlo, los portavoces del PSOE, Izquierda Unida, PNV y Mixto han dado este martes una rueda de prensa en el Congreso. Antonio Cuevas, Felipe Alcaraz, Pedro Azpiazu y Joan Puigcercós (ERC) han explicado las medidas políticas en las que hay acuerdo, y que serán explicitadas en un documento. Un ejemplo, la petición de cese de Rato o la responsabilidad política del Gobierno que, a juicio de estos partidos, queda por ser depurada.
Pese al escrito de conclusiones conjuntas, estos grupos presentarán sus votos particulares para poder intervenir así con sus propios “matices” ante el pleno. Y es que, como explica Felipe Alcaraz, rechazar el dictamen en la comisión parlamentaria, cosa que harán todos estos partidos, “da derecho a un voto particular”. Es decir, un texto alternativo a la propuesta de dictamen del PP (artículo 52 del Reglamento del Congreso), que podrán mantener en el pleno de la próxima semana.
En esa sesión plenaria sólo podrán intervenir los grupos políticos que defiendan el dictamen o sus votos particulares. Una vez que se apruebe en el pleno de la Cámara Baja, ya sólo tendrá que tener el visto bueno del Senado para su aprobación definitiva.
Los “mentirosos de Gescartera”
Izquierda Unida está de acuerdo con el PSOE en remitir al Ministerio Fiscal las veintidós sesiones de declaraciones de la comisión de investigación para que examinen los testimonios falsos que, desde su punto de vista, han ofrecido en la comisión algunos cargos nombrados por el Gobierno; los “mentirosos de Gescartera”, como los ha denominado Alcaraz. Este asunto de las mentiras afecta al artículo 502 del Código Penal.
Alcaraz explicó, por ejemplo, el caso del ex vicepresedente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Luis Ramallo, que utilizó afirmaciones ambiguas cuando le preguntaron si su familia estaba implicada en la presunta estafa. Contestó cosas como: “No lo sé…”; “No me consta…”. Si finalmente esto llega a manos de los fiscales, aunque el PP es partidario de que se envíe a la Audiencia Nacional, serán ellos quienes al instruir el caso decidan si, formalmente, hubo o no hubo embustes en la comisión de investigación sobre Gescartera y, por tanto, si hubo delito.
Pese al escrito de conclusiones conjuntas, estos grupos presentarán sus votos particulares para poder intervenir así con sus propios “matices” ante el pleno. Y es que, como explica Felipe Alcaraz, rechazar el dictamen en la comisión parlamentaria, cosa que harán todos estos partidos, “da derecho a un voto particular”. Es decir, un texto alternativo a la propuesta de dictamen del PP (artículo 52 del Reglamento del Congreso), que podrán mantener en el pleno de la próxima semana.
En esa sesión plenaria sólo podrán intervenir los grupos políticos que defiendan el dictamen o sus votos particulares. Una vez que se apruebe en el pleno de la Cámara Baja, ya sólo tendrá que tener el visto bueno del Senado para su aprobación definitiva.
Los “mentirosos de Gescartera”
Izquierda Unida está de acuerdo con el PSOE en remitir al Ministerio Fiscal las veintidós sesiones de declaraciones de la comisión de investigación para que examinen los testimonios falsos que, desde su punto de vista, han ofrecido en la comisión algunos cargos nombrados por el Gobierno; los “mentirosos de Gescartera”, como los ha denominado Alcaraz. Este asunto de las mentiras afecta al artículo 502 del Código Penal.
Alcaraz explicó, por ejemplo, el caso del ex vicepresedente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Luis Ramallo, que utilizó afirmaciones ambiguas cuando le preguntaron si su familia estaba implicada en la presunta estafa. Contestó cosas como: “No lo sé…”; “No me consta…”. Si finalmente esto llega a manos de los fiscales, aunque el PP es partidario de que se envíe a la Audiencia Nacional, serán ellos quienes al instruir el caso decidan si, formalmente, hubo o no hubo embustes en la comisión de investigación sobre Gescartera y, por tanto, si hubo delito.