L. D. / EFE.- El fabricante sueco de vehículos industriales Volvo, que engloba las marcas Volvo, Renault VI y Mack, registró unas pérdidas netas de 17.150 millones de pesetas (103,07 millones de euros) en los nueve primeros meses del año, frente a un beneficio de 61.635 millones de pesetas (370,43 millones de euros) en el mismo período de 2000, informó la compañía.
Las pérdidas se acentuaron especialmente en el tercer trimestre del ejercicio, en el que el resultado negativo alcanzó 26.862 millones de pesetas (161,4 millones de euros), lo que contrasta con el beneficio de 6.457,5 millones de pesetas (38,8 millones de euros) obtenido entre los meses de julio y septiembre del pasado año. La cifra de negocio de la compañía, que opera en los sectores de camiones, autobuses, construcción, aeronáutico y naval, se situó en 2,3 billones de pesetas (13.881 millones de euros), con un aumento del 51,4 por ciento sobre el mismo período de 2000, debido principalmente a la aportación de Renault VI y Mack.
Del mismo modo, la adquisición de Renault VI y Mack supuso un aumento de la plantilla, que pasó de 54.266 a 74.112 empleados, aunque excluyendo el efecto de esta compra, el número de trabajadores se redujo en 5.200, como consecuencia de los procesos de racionalización. Además, dicha adquisición generó unos costes de 22.400 millones de pesetas (134,6 millones de euros) en el tercer trimestre del año.
El presidente del grupo Volvo, Leif Johansson, recordó que la empresa ha puesto en marcha una serie de iniciativas encaminadas a adaptar su estructura industrial a la caída de la demanda, y a reducir los costes, entre las que se incluye la supresión de 1.000 empleos en el área de autobuses, el recorte de 950 puestos de trabajo en la división de Construcción, la disminución de la plantilla de Volvo Aero y el cierre de la planta de Mack en Winnsboro (Estados Unidos).
Las pérdidas se acentuaron especialmente en el tercer trimestre del ejercicio, en el que el resultado negativo alcanzó 26.862 millones de pesetas (161,4 millones de euros), lo que contrasta con el beneficio de 6.457,5 millones de pesetas (38,8 millones de euros) obtenido entre los meses de julio y septiembre del pasado año. La cifra de negocio de la compañía, que opera en los sectores de camiones, autobuses, construcción, aeronáutico y naval, se situó en 2,3 billones de pesetas (13.881 millones de euros), con un aumento del 51,4 por ciento sobre el mismo período de 2000, debido principalmente a la aportación de Renault VI y Mack.
Del mismo modo, la adquisición de Renault VI y Mack supuso un aumento de la plantilla, que pasó de 54.266 a 74.112 empleados, aunque excluyendo el efecto de esta compra, el número de trabajadores se redujo en 5.200, como consecuencia de los procesos de racionalización. Además, dicha adquisición generó unos costes de 22.400 millones de pesetas (134,6 millones de euros) en el tercer trimestre del año.
El presidente del grupo Volvo, Leif Johansson, recordó que la empresa ha puesto en marcha una serie de iniciativas encaminadas a adaptar su estructura industrial a la caída de la demanda, y a reducir los costes, entre las que se incluye la supresión de 1.000 empleos en el área de autobuses, el recorte de 950 puestos de trabajo en la división de Construcción, la disminución de la plantilla de Volvo Aero y el cierre de la planta de Mack en Winnsboro (Estados Unidos).