L. D.- El letrado del dueño de Gescartera exibió un documento que no obra en la causa y que, según él, fue extraído de un ordenador de la agencia de valores. Esta prueba sirvió para que Ruiz de la Serna reconociera que sabía de la existencia de “la actividad comercial propia que -tanto Santos como otros clientes- tuvieran con Camacho, pero que se llevaba a la hoja de cálculo para el cuadre de tesorería de Gescartera”.
Según publica El Mundo , el papel mostrado en su declaración pone de manifiesto que el saldo disponible el 14 de marzo de este año era de 11 millones de pesetas y que la cantidad reclamada en ese momento por seis clientes, entre ellos Roberto Santos, la ONCE o la familia de Aníbal Sardón -otro de los imputados- sumaba más de 2.600 millones. De esa cifra, 1.100 millones corresponderían al ex periodista, que invirtió en Gescartera 311 millones.
“No vi intereses del 50% o 60% anual, pero sí un tipo anual del 41%», manifestó el declarante, quien confesó haber mantenido entrevistas con Roberto Santos en las que el ex periodista no le comentaba si el dinero que confiaba a la firma bursátil era suyo o de clientes.
Según publica El Mundo , el papel mostrado en su declaración pone de manifiesto que el saldo disponible el 14 de marzo de este año era de 11 millones de pesetas y que la cantidad reclamada en ese momento por seis clientes, entre ellos Roberto Santos, la ONCE o la familia de Aníbal Sardón -otro de los imputados- sumaba más de 2.600 millones. De esa cifra, 1.100 millones corresponderían al ex periodista, que invirtió en Gescartera 311 millones.
“No vi intereses del 50% o 60% anual, pero sí un tipo anual del 41%», manifestó el declarante, quien confesó haber mantenido entrevistas con Roberto Santos en las que el ex periodista no le comentaba si el dinero que confiaba a la firma bursátil era suyo o de clientes.