L. D. / Ana Portalo.- Jordi Jané, vocal de CiU en la comisión de Gescartera, considera que no todo es confuso en este caso. En declaraciones a Libertad Digital , Jané ha reconocido que “hasta ahora hay aspectos que sí están confirmados. El 16 de abril de 1999 se convoca con urgencia un consejo extraordinario sobre Gescartera porque ha habido una situación de cierta alarma. Hasta aquí no hay contradicción. Y se llega a una conclusión unánime: no intervenir”, afirma. Con independencia de lo que se hablara en aquella reunión, la conclusión final fueron unas propuestas de actuar sobre Gescartera con unas medidas provisionales. Juan Fernández-Armesto, ex presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), además “decide sustituir a David Vives al frente del expediente y poner en su lugar a Antonio Botella; lo han reconocido Fernández-Armesto, Vives y el propio Botella”, afirma Jané.
El sustituto de Vives, Antonio Botella (director de supervisión de la CNMV cuando Gescartera presentó los extractos bancarios falsos de La Caixa), se hace cargo del informe y “parece que a partir de entonces –subraya el diputado de CIU– se produce una metamorfosis y Gescartera pasa a ser una empresa más diligente, cuando antes engañaba” a la CNMV. De hecho, los informes que aporta Botella de 12 de enero y de 24 de abril de 2000 son favorables a la sociedad de valores porque le indujeron a error desde Gescartera. Para Jané, “le entregaron certificados falsos. Se los creyó porque pensó que no había denuncias de clientes y en principio nadie se quejaba. Fue un error. Pero a toro pasado, siempre lo es”, concluye el diputado catalán.
Hay una pregunta que Jordi Jané ha formulado a todos los comparecientes: ¿Han recibido presiones por parte del Gobierno (de algún ministro, vicepresidente, etc.)? La respuesta unánime ha sido no; según consta en el diario de sesiones. Eso, para Jané, resulta esclarecedor.
Cabos sueltos
Para el portavoz de CIU en la comisión de investigación, la piedra angular del caso Gescartera está en el informe realizado por Luis Peigneux (del departamento de Supervisión de la CNMV y a las órdenes de David Vives) y Luis Martín (uno de los técnicos de ese departamento). “Hay piezas que no encajan porque el señor Vives recibió este informe, muy importante, donde se detallaba la situación de Gescartera a fecha de mayo de 1999. Sin embargo, no se sabe qué trascendencia externa tuvo. Nadie sabe dar cuenta de haberlo recibido, aparte del propio Vives”, dice Jané.
De hecho, cuando el diputado mostró el informe a Pilar Valiente, ex presidenta de la CNMV, ella afirmó que nunca lo había visto (entonces era consejera de la Comisión). “Tampoco Fernández-Armesto lo conocía. Antonio Botella, quien continuó la labor de Vives, tampoco lo reconoció, pero admitió que sí que tenía esa información. Es como si lo hubieran guardado en un cajón”, subraya el diputado catalán.
Preguntado Jordi Jané sobre la intervención de Gescartera propuesta, en principio, por David Vives ante el Consejo de la CNMV del 16 de abril de 1999, el diputado catalán afirma: “Otro gran interrogante es si realmente Vives la propuso (la intervención) o la sugirió como una posibilidad más. Y, sobre todo, saber cómo Gescartera consiguió, a partir de julio de 1999, engañar tanto a la Comisión y hacerles creer que toda la documentación y certificados que presentaban eran verdaderos”.
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El sustituto de Vives, Antonio Botella (director de supervisión de la CNMV cuando Gescartera presentó los extractos bancarios falsos de La Caixa), se hace cargo del informe y “parece que a partir de entonces –subraya el diputado de CIU– se produce una metamorfosis y Gescartera pasa a ser una empresa más diligente, cuando antes engañaba” a la CNMV. De hecho, los informes que aporta Botella de 12 de enero y de 24 de abril de 2000 son favorables a la sociedad de valores porque le indujeron a error desde Gescartera. Para Jané, “le entregaron certificados falsos. Se los creyó porque pensó que no había denuncias de clientes y en principio nadie se quejaba. Fue un error. Pero a toro pasado, siempre lo es”, concluye el diputado catalán.
Hay una pregunta que Jordi Jané ha formulado a todos los comparecientes: ¿Han recibido presiones por parte del Gobierno (de algún ministro, vicepresidente, etc.)? La respuesta unánime ha sido no; según consta en el diario de sesiones. Eso, para Jané, resulta esclarecedor.
Cabos sueltos
Para el portavoz de CIU en la comisión de investigación, la piedra angular del caso Gescartera está en el informe realizado por Luis Peigneux (del departamento de Supervisión de la CNMV y a las órdenes de David Vives) y Luis Martín (uno de los técnicos de ese departamento). “Hay piezas que no encajan porque el señor Vives recibió este informe, muy importante, donde se detallaba la situación de Gescartera a fecha de mayo de 1999. Sin embargo, no se sabe qué trascendencia externa tuvo. Nadie sabe dar cuenta de haberlo recibido, aparte del propio Vives”, dice Jané.
De hecho, cuando el diputado mostró el informe a Pilar Valiente, ex presidenta de la CNMV, ella afirmó que nunca lo había visto (entonces era consejera de la Comisión). “Tampoco Fernández-Armesto lo conocía. Antonio Botella, quien continuó la labor de Vives, tampoco lo reconoció, pero admitió que sí que tenía esa información. Es como si lo hubieran guardado en un cajón”, subraya el diputado catalán.
Preguntado Jordi Jané sobre la intervención de Gescartera propuesta, en principio, por David Vives ante el Consejo de la CNMV del 16 de abril de 1999, el diputado catalán afirma: “Otro gran interrogante es si realmente Vives la propuso (la intervención) o la sugirió como una posibilidad más. Y, sobre todo, saber cómo Gescartera consiguió, a partir de julio de 1999, engañar tanto a la Comisión y hacerles creer que toda la documentación y certificados que presentaban eran verdaderos”.
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