L. D.- El testimonio ofrecido en el Congreso por David Vives , el ex director de Supervisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que inspeccionó Gescartera y recomendó su intervención, revela una omisión en el acta del Consejo de la CNMV y contradice la versión que la ex presidente de la Comisión, Pilar Valiente, ofreció en su informe al vicepresidente Rodrigo Rato.
La primera vez que Vives mencionó su idea de intervenir la antigua sociedad de valores fue el 6 de abril de 1999 , cuando mantuvo un "diálogo de besugos" con el ecónomo del Arzobispado de Valladolid y supo que faltaba dinero, "más allá de la duda razonable". Luego llamó al presidente de la CNMV, Juan Fernández-Armesto, para decirle que no había más opción que intervenir. Ese mismo día, Pilar Giménez-Reyna escribe en su diario: Nos dictan expediente sancionador por “obstruir la labor de información a la CNMV y gestionar el dinero B de la Iglesia”. Si es así ¡Gracias Señor!
Reunión en el Ministerio
Esta propuesta de intervención a la sociedad de valores motivó la convocatoria de un Consejo extraordinario de la CNMV el 16 de abril de ese año, donde formalizó su propuesta, que finalmente fue rechazada. Curiosamente, un día antes, la hermana del ex secretario de Estado apunta en su agenda: Reunión en Ministerio. Luis Ramallo y José María Ramírez. Lo que falta por saber es con quien se reunieron el ex vicepresidente de la CNMV y su jefe de gabinete.
Sin embargo, en el acta de aquella reunión de abril del Consejo de la CNMV, cuya redacción correspondió al secretario, Antonio Alonso Ureba , no se menciona la propuesta de intervención y sólo se detalla el acuerdo adoptado "por unanimidad" sobre Gescartera. Alonso Ureba, quien mantenía por entonces una estrecha relación con Pilar Valiente, tenía un hermano (Alberto) en el despacho de abogados encargado de llevar la defensa de Gescartera ante las investigaciones que la CNMV había abierto.
Posible prevaricación
La omisión de esa propuesta de intervención, si se demuestra deliberada, puede tener consecuencias legales para el autor del acta, el secretario del Consejo, e incluso para los miembros del Consejo que aprobó ese acta en la reunión posterior. A esta reunión posterior se puede referir Pilar Jiménez-Reyna en su diario cuando dice: Enrique me llama P. V. (Pilar Valiente) da un revés a D. Vives nos “pide” que aguantemos no dar nombres cheques portador, no somos AT (Agencia Tributaria) .
La legislación vigente establece que, para considerar una acta como falsificada, primero debe demostrarse que la omisión ha sido deliberada y tenía un motivo. En ese hipotético caso ya no será tan importante la mera falsificación como la posibilidad de un proceso por prevaricación. En el informe que sobre el Caso Gescartera redactó la CNMV para el vicepresidente Rodrigo Rato se menciona claramente que en el orden del día de aquella reunión del Consejo no constaba propuesta de posible intervención. Según el acta, Vives no propuso semejante medida "ya que no tenía claro que las irregularidades observadas ocasionaran un desbalance patrimonial, pues podía obedecer a un desorden de sus registros contables estando los fondos depositados en otras cuentas".
La primera vez que Vives mencionó su idea de intervenir la antigua sociedad de valores fue el 6 de abril de 1999 , cuando mantuvo un "diálogo de besugos" con el ecónomo del Arzobispado de Valladolid y supo que faltaba dinero, "más allá de la duda razonable". Luego llamó al presidente de la CNMV, Juan Fernández-Armesto, para decirle que no había más opción que intervenir. Ese mismo día, Pilar Giménez-Reyna escribe en su diario: Nos dictan expediente sancionador por “obstruir la labor de información a la CNMV y gestionar el dinero B de la Iglesia”. Si es así ¡Gracias Señor!
Reunión en el Ministerio
Esta propuesta de intervención a la sociedad de valores motivó la convocatoria de un Consejo extraordinario de la CNMV el 16 de abril de ese año, donde formalizó su propuesta, que finalmente fue rechazada. Curiosamente, un día antes, la hermana del ex secretario de Estado apunta en su agenda: Reunión en Ministerio. Luis Ramallo y José María Ramírez. Lo que falta por saber es con quien se reunieron el ex vicepresidente de la CNMV y su jefe de gabinete.
Sin embargo, en el acta de aquella reunión de abril del Consejo de la CNMV, cuya redacción correspondió al secretario, Antonio Alonso Ureba , no se menciona la propuesta de intervención y sólo se detalla el acuerdo adoptado "por unanimidad" sobre Gescartera. Alonso Ureba, quien mantenía por entonces una estrecha relación con Pilar Valiente, tenía un hermano (Alberto) en el despacho de abogados encargado de llevar la defensa de Gescartera ante las investigaciones que la CNMV había abierto.
Posible prevaricación
La omisión de esa propuesta de intervención, si se demuestra deliberada, puede tener consecuencias legales para el autor del acta, el secretario del Consejo, e incluso para los miembros del Consejo que aprobó ese acta en la reunión posterior. A esta reunión posterior se puede referir Pilar Jiménez-Reyna en su diario cuando dice: Enrique me llama P. V. (Pilar Valiente) da un revés a D. Vives nos “pide” que aguantemos no dar nombres cheques portador, no somos AT (Agencia Tributaria) .
La legislación vigente establece que, para considerar una acta como falsificada, primero debe demostrarse que la omisión ha sido deliberada y tenía un motivo. En ese hipotético caso ya no será tan importante la mera falsificación como la posibilidad de un proceso por prevaricación. En el informe que sobre el Caso Gescartera redactó la CNMV para el vicepresidente Rodrigo Rato se menciona claramente que en el orden del día de aquella reunión del Consejo no constaba propuesta de posible intervención. Según el acta, Vives no propuso semejante medida "ya que no tenía claro que las irregularidades observadas ocasionaran un desbalance patrimonial, pues podía obedecer a un desorden de sus registros contables estando los fondos depositados en otras cuentas".