L. D.- El culebrón del caso Gescartera se complica después de que Pilar Valiente haya dicho ante la comisión parlamentaria que estudia el caso que nunca tuvo relación con los miembros de la agencia de valores hasta que almorzó con ellos a petición de Enrique Giménez-Reyna. Así, Pilar Valiente ha rechazado que sean verdad algunos apuntes del dietario de Pilar Giménez-Reyna, donde se destacaba que Pilar Valiente tuvo contacto con los gestores de Gescartera mucho tiempo atrás.
Aquel almuerzo se celebró en un restaurante "público". Sin embargo, Valiente, en su alegato inicial, ha reconocido que se produjo un segundo almuerzo que se celebró en la sede de la CNMV y en el cual exigió rigor y severidad en el envío de documentos. Asimismo, advirtió a los gestores de Gescartera que la CNMV tiene mecanismos sancionadores y dio instrucciones de seguimiento, basados en los antecedentes de esta agencia, para que el organismo supervisor no perdiera de vista sus movimientos.
"Fui yo, personalmente, quien encargó la vigilancia", afirmó Pilar Valiente, quien se ha calificado a sí misma como "la bestia negra de Gescartera". El 27 de marzo de este año, ha dicho, llegaron los primeros estados contables: "la primera fotografía de su verdadera situación", según Pilar Valiente. En menos de una semana, ha afirmado, se inició el procedimiento que desembocó en la intervención.
Las irregularidades, según la ex presidenta de la CNMV, han sido descubiertas. "No me tembló la mano ni me influyeron las relaciones familiares de la presidenta de Gescartera", ha dicho, pese a reconocer que esas relaciones familiares incumben a Enrique Giménez-Reyna, de quien ha dicho que les une "una cierta amistad".
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Aquel almuerzo se celebró en un restaurante "público". Sin embargo, Valiente, en su alegato inicial, ha reconocido que se produjo un segundo almuerzo que se celebró en la sede de la CNMV y en el cual exigió rigor y severidad en el envío de documentos. Asimismo, advirtió a los gestores de Gescartera que la CNMV tiene mecanismos sancionadores y dio instrucciones de seguimiento, basados en los antecedentes de esta agencia, para que el organismo supervisor no perdiera de vista sus movimientos.
"Fui yo, personalmente, quien encargó la vigilancia", afirmó Pilar Valiente, quien se ha calificado a sí misma como "la bestia negra de Gescartera". El 27 de marzo de este año, ha dicho, llegaron los primeros estados contables: "la primera fotografía de su verdadera situación", según Pilar Valiente. En menos de una semana, ha afirmado, se inició el procedimiento que desembocó en la intervención.
Las irregularidades, según la ex presidenta de la CNMV, han sido descubiertas. "No me tembló la mano ni me influyeron las relaciones familiares de la presidenta de Gescartera", ha dicho, pese a reconocer que esas relaciones familiares incumben a Enrique Giménez-Reyna, de quien ha dicho que les une "una cierta amistad".
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