Libertad Digital. - Uno de los principales escollos de la comisión de investigación que se creará la semana que viene en el Parlamento será esclarecer a cuanto asciende el “robo” del dueño de Gescartera, Antonio Camacho. De momento, se está trabajando sobre la base de que el agujero de dinero legal ronda los 20.000 millones de pesetas. Sin embargo, esta cantidad conforma tan sólo la punta del iceberg, ya que fuentes de la CNMV han confirmado a la revista Época que la cifra de dinero negro invertido en Gescartera, esto es, el no declarado a Hacienda y por tanto no reclamado, asciende a 60.000 millones.
Dónde está el dinero es la otra pregunta clave. De momento, las principales pistas apuntan a un banco suizo y a cuatro sociedades extranjeras, la británica Stock Selection, la norteamericana Martín Investmet, Willow, domiciliada en el paraíso fiscal de las Islas Caimán y Beta Capitl Investment, de Miami.
Otras coincidencias apuntadas por Época
No deja de ser anecdótico, según asegura esta revista, el hecho de que precisamente la persona que dio el visto bueno para la conversión de Gescartera de simple gestora a sociedad de valores, Ramiro Martínez-Pardo, por entonces director general de Fomento de la CNMV y jefe del socio de Camacho, José María Ruiz de la Serna, cambiara de trabajo poco después de ser nombrado secretario consejero delegado de Beta Capital Mees Pierson (fundada por Cesar Alierta, actual presidente de Telefónica). Curiosamente, un compañero de Martínez-Pardo en el órgano supervisor del mercado, el ex director de servicios jurídicos de la CNMV, Antonio Alonso, fue fichado el pasado mes de marzo por Alierta como secretario del consejo de la operadora.
Dónde está el dinero es la otra pregunta clave. De momento, las principales pistas apuntan a un banco suizo y a cuatro sociedades extranjeras, la británica Stock Selection, la norteamericana Martín Investmet, Willow, domiciliada en el paraíso fiscal de las Islas Caimán y Beta Capitl Investment, de Miami.
Otras coincidencias apuntadas por Época
No deja de ser anecdótico, según asegura esta revista, el hecho de que precisamente la persona que dio el visto bueno para la conversión de Gescartera de simple gestora a sociedad de valores, Ramiro Martínez-Pardo, por entonces director general de Fomento de la CNMV y jefe del socio de Camacho, José María Ruiz de la Serna, cambiara de trabajo poco después de ser nombrado secretario consejero delegado de Beta Capital Mees Pierson (fundada por Cesar Alierta, actual presidente de Telefónica). Curiosamente, un compañero de Martínez-Pardo en el órgano supervisor del mercado, el ex director de servicios jurídicos de la CNMV, Antonio Alonso, fue fichado el pasado mes de marzo por Alierta como secretario del consejo de la operadora.