L. D. / EFE.- Montoro ha insistido en que "el Gobierno es el principal interesado en luchar contra el fraude fiscal, por lo que considera que "entender que una circunstancia como la que se ha producido en Gescartera tiene implicaciones políticas por parte de este Gobierno es un auténtico desatino y un despropósito que no se puede sostener".
Montoro ha defendido la labor del Gobierno desde que saltó este escándalo, al decidir abrir investigaciones internas en numerosos departamentos del Ejecutivo, inspecciones fiscales a los propietarios e inversores de la agencia de valores y admitir la creación de una comisión de investigación para este caso. Además, ha citado la rápida dimisión del ex secretario de Estado de Hacienda, Enrique Giménez-Reyna , como un caso de "celeridad que ha sido completamente anormal en nuestra democracia".
En este sentido, el ministro ha asegurado que no tiene ningún motivo para retractarse de haber defendido la labor pública de Giménez-Reyna, a quien ha calificado de "persona clave" en el acuerdo de financiación autonómica y en la reforma fiscal efectuada en esta legislatura. El ministro ha asegurado que ésta es la faceta de Giménez-Reyna que defendió nada más conocerse el escándalo y su relación familiar con la presidenta de la agencia de valores, y ha apostillado que "si existen otro tipo de vinculaciones, nada tienen que ver con el trabajo al que yo me he referido".
De hecho, Montoro ha asegurado que está “casi seguro”, de que no tiene por qué haber habido ningún tipo de injerencia o influencia anómala o extraña" de ningún miembro de la Administración con Gescartera. Tampoco tiene constancia “de que esta sociedad haya actuado como un mecanismo de blanqueo de dinero” aunque ha reconocido que se está investigando.
En lo que respecta a las relaciones Iglesia-Estado , el ministro ha confirmado que el "caso Gescartera", en el que han resultado perjudicadas numerosas entidades religiosas, no afectará a las negociaciones que se iniciarán el próximo mes para estudiar la financiación de la Iglesia.
Por último, Montoro ha tirado balones fuera y ha culpado al PSOE de la crisis, ya que asegura "no hizo una labor de asentamiento de las condiciones que debía tener un sistema financiero moderno".
Montoro ha defendido la labor del Gobierno desde que saltó este escándalo, al decidir abrir investigaciones internas en numerosos departamentos del Ejecutivo, inspecciones fiscales a los propietarios e inversores de la agencia de valores y admitir la creación de una comisión de investigación para este caso. Además, ha citado la rápida dimisión del ex secretario de Estado de Hacienda, Enrique Giménez-Reyna , como un caso de "celeridad que ha sido completamente anormal en nuestra democracia".
En este sentido, el ministro ha asegurado que no tiene ningún motivo para retractarse de haber defendido la labor pública de Giménez-Reyna, a quien ha calificado de "persona clave" en el acuerdo de financiación autonómica y en la reforma fiscal efectuada en esta legislatura. El ministro ha asegurado que ésta es la faceta de Giménez-Reyna que defendió nada más conocerse el escándalo y su relación familiar con la presidenta de la agencia de valores, y ha apostillado que "si existen otro tipo de vinculaciones, nada tienen que ver con el trabajo al que yo me he referido".
De hecho, Montoro ha asegurado que está “casi seguro”, de que no tiene por qué haber habido ningún tipo de injerencia o influencia anómala o extraña" de ningún miembro de la Administración con Gescartera. Tampoco tiene constancia “de que esta sociedad haya actuado como un mecanismo de blanqueo de dinero” aunque ha reconocido que se está investigando.
En lo que respecta a las relaciones Iglesia-Estado , el ministro ha confirmado que el "caso Gescartera", en el que han resultado perjudicadas numerosas entidades religiosas, no afectará a las negociaciones que se iniciarán el próximo mes para estudiar la financiación de la Iglesia.
Por último, Montoro ha tirado balones fuera y ha culpado al PSOE de la crisis, ya que asegura "no hizo una labor de asentamiento de las condiciones que debía tener un sistema financiero moderno".