L. D. / EFE.- Según fuentes jurídicas, Castro, que declaró como testigo ante la juez de la Audiencia Nacional, Teresa Palacios, citó a varias personas con las que Camacho mantenía mucha relación en Gescartera, entre ellas, Salvador Alcaraz, quien trabajó como técnico en la CNMV. En su relato, muy exhaustivo, el empleado de la agencia de valores desveló también que numerosos clientes captados por la presidenta y el propietario de la agencia, Pilar Giménez-Reyna y Antonio Camacho, respectivamente, figuraban en listas diferentes e individuales a las del conjunto de la entidad. Castro creía disponer de la lista completa de los clientes de Gescartera, aunque precisó que, tras la intervención, descubrió que desconocía a muchos inversores que estaban en otros listados.
Según el relato de este testigo, el departamento comercial vendía los productos habituales de una agencia de valores y desconocía que existieran otros clientes que, además, podían contratar depósitos estructurados, cuya comercialización sólo está permitida a los bancos y cajas de ahorros. De hecho, el propio Castro fue uno de los perjudicados en este caso, puesto que tenía sus ahorros invertidos en la agencia y, como el resto de clientes, no puede recuperarlos por el momento.
En su declaración, aseguró que conoció las irregularidades existentes en Gescartera en el momento de la intervención por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el pasado 15 de junio, aunque precisó que ya en mayo había detectado problemas para devolver los ahorros a los clientes que lo solicitaban.
La juez Palacios continuará este viernes con la toma de declaración a testigos y escuchará a una contable de Gescartera que ya comenzó a testificar el pasado lunes, cuando reveló que Camacho destinó cantidades millonarias de los clientes de la agencia a comprar artículos de lujo para sí mismo, entre ellos un coche de la marca Jaguar. Las acusaciones consideran muy importante el testimonio de esta testigo, puesto que puede desvelar dónde fueron a parar muchos talones que entregó a Camacho y, sobre todo, demostrar que utilizó el dinero de los clientes para fines diferentes a los que debía.
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Según el relato de este testigo, el departamento comercial vendía los productos habituales de una agencia de valores y desconocía que existieran otros clientes que, además, podían contratar depósitos estructurados, cuya comercialización sólo está permitida a los bancos y cajas de ahorros. De hecho, el propio Castro fue uno de los perjudicados en este caso, puesto que tenía sus ahorros invertidos en la agencia y, como el resto de clientes, no puede recuperarlos por el momento.
En su declaración, aseguró que conoció las irregularidades existentes en Gescartera en el momento de la intervención por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el pasado 15 de junio, aunque precisó que ya en mayo había detectado problemas para devolver los ahorros a los clientes que lo solicitaban.
La juez Palacios continuará este viernes con la toma de declaración a testigos y escuchará a una contable de Gescartera que ya comenzó a testificar el pasado lunes, cuando reveló que Camacho destinó cantidades millonarias de los clientes de la agencia a comprar artículos de lujo para sí mismo, entre ellos un coche de la marca Jaguar. Las acusaciones consideran muy importante el testimonio de esta testigo, puesto que puede desvelar dónde fueron a parar muchos talones que entregó a Camacho y, sobre todo, demostrar que utilizó el dinero de los clientes para fines diferentes a los que debía.
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