L. D.- La decisión de no publicar la multa fue tomada por unanimidad del consejo de la CNMV, aunque la práctica normal es que las sanciones sean hechas públicas. Fuentes del propio organismo supervisor, que reconocieron la existencia de la citada multa, no supieron explicar este jueves la razón de que se mantuviera en secreto esta sanción. En el consejo de entonces estaba como vocal la actual presidenta, Pilar Valiente, que comparecerá en el Congreso a petición de los grupos parlamentarios del PP y del PSOE.
El vicepresidente de aquel consejo era Luis Ramallo, quien, tras dejar el cargo el pasado mes de octubre, intervino como notario en varias operaciones de sociedades del grupo Gescartera. Según “El País”, Ramallo no quiso dar detalles de sus relaciones profesionales con Gescartera. No obstante, sí confirmó el hecho de que presentase a los gestores de Gescartera a un banco europeo interesado en la adquisición de una agencia de valores en España.
En declaraciones a la cadena COPE, Ramallo se ha defendido de estas acusaciones arremetiendo contra el grupo Prisa, y asegurando que sus actuaciones han sido totalmente lícitas, ya que como corredor de comercio que es simplemente informó a a unos clientes suyos (un banco de inversión extranjero) interesados en la compra de una agencia de valores de la posibilidad de compra de Gescartera.
Incompatibilidades: Ramallo no podía intervenir
Ramallo, ex número dos del organismo responsable de vigilar los mercados, realizó gestiones para facilitar la venta de la firma bursátil intervenida el pasado mes de junio, según afirmaron fuentes de la investigación.
El que también fuera diputado por el PP, retirado ya de la vida política y cuya llegada a la CNMV desató una fuerte polémica, se ha visto finalmente involucrado en el escándalo financiero que hoy investiga la Audiencia Nacional.
Luis Ramallo no puede ejercer actividad profesional que guarde relación con el mercado de valores hasta el 6 de octubre del año 2002. Así se lo prohíbe el artículo 21 de la ley del mercado de valores, al haber ocupado el puesto de vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En este artículo se especifica que al cesar de ese cargo, y durante los dos años posteriores, no podrá ejercer actividad profesional alguna relacionada con el mercado de valores.
La sanción no se hizo pública
Las razones de esta multa se encuentran en resistencia a la acción inspectora de la CNMV. En abril de 1999 se abrió un expediente a la sociedad que se amplió por el agujero que entonces se descubrió de 1.000 millones de pesetas. En una actuación rutinaria, Gescartera no pudo documentar más que 30 millones de una inversión total de 1.000 millones realizada por el Arzobispado de Valladolid. Sin embargo, esta línea de trabajo se cerró porque los altos cargos de la diócesis no presentaron reclamaciones y la CNMV sólo continuó con el expediente que ha dado lugar a estas sanciones ahora conocidas.
La Comisión nunca hizo públicas estas sanciones ni la apertura de expediente. Una información que hubiera resultado muy últil para los casi 2.000 ahorradores que confiaron su dinero a Gescartera.
El vicepresidente de aquel consejo era Luis Ramallo, quien, tras dejar el cargo el pasado mes de octubre, intervino como notario en varias operaciones de sociedades del grupo Gescartera. Según “El País”, Ramallo no quiso dar detalles de sus relaciones profesionales con Gescartera. No obstante, sí confirmó el hecho de que presentase a los gestores de Gescartera a un banco europeo interesado en la adquisición de una agencia de valores en España.
En declaraciones a la cadena COPE, Ramallo se ha defendido de estas acusaciones arremetiendo contra el grupo Prisa, y asegurando que sus actuaciones han sido totalmente lícitas, ya que como corredor de comercio que es simplemente informó a a unos clientes suyos (un banco de inversión extranjero) interesados en la compra de una agencia de valores de la posibilidad de compra de Gescartera.
Incompatibilidades: Ramallo no podía intervenir
Ramallo, ex número dos del organismo responsable de vigilar los mercados, realizó gestiones para facilitar la venta de la firma bursátil intervenida el pasado mes de junio, según afirmaron fuentes de la investigación.
El que también fuera diputado por el PP, retirado ya de la vida política y cuya llegada a la CNMV desató una fuerte polémica, se ha visto finalmente involucrado en el escándalo financiero que hoy investiga la Audiencia Nacional.
Luis Ramallo no puede ejercer actividad profesional que guarde relación con el mercado de valores hasta el 6 de octubre del año 2002. Así se lo prohíbe el artículo 21 de la ley del mercado de valores, al haber ocupado el puesto de vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En este artículo se especifica que al cesar de ese cargo, y durante los dos años posteriores, no podrá ejercer actividad profesional alguna relacionada con el mercado de valores.
La sanción no se hizo pública
Las razones de esta multa se encuentran en resistencia a la acción inspectora de la CNMV. En abril de 1999 se abrió un expediente a la sociedad que se amplió por el agujero que entonces se descubrió de 1.000 millones de pesetas. En una actuación rutinaria, Gescartera no pudo documentar más que 30 millones de una inversión total de 1.000 millones realizada por el Arzobispado de Valladolid. Sin embargo, esta línea de trabajo se cerró porque los altos cargos de la diócesis no presentaron reclamaciones y la CNMV sólo continuó con el expediente que ha dado lugar a estas sanciones ahora conocidas.
La Comisión nunca hizo públicas estas sanciones ni la apertura de expediente. Una información que hubiera resultado muy últil para los casi 2.000 ahorradores que confiaron su dinero a Gescartera.