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Las únicas entidades financieras que se quedan en Cataluña: Caixa Guissona y Caja de Ingenieros

La quiebra de las cajas y el éxodo bancario motivado por el "procés" deja a Cataluña con apenas dos cooperativas de crédito. 

La quiebra de las cajas y el éxodo bancario motivado por el "procés" deja a Cataluña con apenas dos cooperativas de crédito. 
La banca "desaparece" de Cataluña | EFE

El estallido de la Gran Recesión golpeó con especial dureza a las entidades financieras de nuestro país. En Cataluña como en el resto de España, la tormenta fue especialmente dura para las cajas de ahorros, incapaces de superar las tensiones de liquidez desatadas por la crisis y los agujeros de solvencia causados por una gestión politizada e ineficiente.

Caixa Girona se integró en La Caixa. Caixa Terrassa, Caixa Manlleu y Caixa Sabadell se fusionaron en Unnim, mientras que Caixa Manresa, Caixa Catalunya y Caixa Tarragona crearon CatalunyaCaixa, aunque ambos conglomerados terminaron siendo comprados por el BBVA. Caixa Laietana fue integrada en BFA-Bankia, mientras que Caixa Penedès fue integrada en Banco Mare Nostrum, que luego pasó a manos del Sabadell.

La importancia de Cataluña en el mapa financiero no se esfumó por completo gracias al aguante de CaixaBank y Sabadell. Ambas entidades capearon la crisis y avanzaron posiciones en el mercado… pero la tensión financiera que ha generado el desafío independentista de la Generalidad ha terminado empujando a estos dos bancos a la deslocalización.

Tras el referéndum del 1-O y ante el riesgo de una declaración unilateral de independencia, CaixaBank ha optado por llevarse su sede social a Valencia. Esta decisión ha supuesto el traslado del cuartel general de una entidad financiera que tiene 5.027 oficinas, cuenta con 13,8 millones de clientes y gestiona 347.927 millones en activos.

También Sabadell ha terminado llevándose su sede social a otra comunidad autónoma. Hablamos de una entidad con 2.767 sucursales, 11,9 millones de clientes y un balance con activos valorados en 212.508 millones. Otro golpe significativo al discurso de los nacionalistas catalanes, que insistieron durante años en que el desafío independentista no desembocaría en un éxodo empresarial y bancario.

Incluso entre las entidades de menor tamaño nos topamos con más deslocalizaciones. Por un lado, la antigua Caja de Arquitectos, Arquia Banca, se ha llevado su sede social a Madrid. Por otro lado, Mediolanum ha optado por poner rumbo a Valencia. La decisión de Arquia Banca supone el traslado de una firma con 2.120 millones de activos bajo gestión. En el caso de Mediolanum, el patrimonio administrado se acerca a los 4.000 millones.

Solo resisten dos entidades

Esto significa que ya solo quedan dos entidades financieras con sede en Cataluña. La primera de ellas es Caixa Guissona, una entidad fundada en 1963 que solo tiene cuatro oficinas, ubicadas en Guissona, Barcelona, Lérida y Reus. Los depósitos de clientes tienen un valor de 619 millones de euros. El pasado ejercicio, la entidad logró un beneficio neto de 5,1 millones de euros.

También mantiene su oficina central en Cataluña la Caja de Ingenieros. Nació en 1967, como sociedad cooperativa de crédito fundada por un grupo de ingenieros industriales. Tiene veinticuatro oficinas, de las que trece están ubicas en Cataluña. El activo de la empresa asciende a 2.710 millones de euros. Su resultado en 2016 arrojó un saldo positivo de 12 millones de euros.

Evidentemente, la dimensión de ambas entidades es muy reducida. En conjunto, Caixa Guissona y Caja de Ingenieros gestionan 3.319 millones de euros, casi 170 veces menos que los 560.435 millones de euros de activos bajo gestión con los que cuentan CaixaBank y Sabadell.

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