El día a día de Cataluña ha estado marcado en los últimos años por el "proceso de independencia" que impulsan los partidos secesionistas. No obstante, aunque los grandes titulares no se han ocupado de esta cuestión, lo cierto es que Cataluña también ha vivido un fenómeno paralelo, que podríamos denominar "proceso de izquierdización".
Así lo acreditan los estudios de la propia Generalidad de Cataluña. De acuerdo con el Centro de Estudios de Opinión, un 29,9% de los ciudadanos de la región se ubica ideológicamente en el centro, asignando a sus ideas una nota de 5 en una escala de 0 a 10. Hasta aquí todo más o menos normal.
La gran diferencia viene cuando miramos a la izquierda y a la derecha. Si repasamos las notas que van de 0 a 4, correspondientes a quienes se sitúan entre la extrema izquierda y el centro izquierda, nos encontramos con porcentajes mucho más altos que los que se dan entre el 6 y el 10, es decir, entre el centro derecha y la extrema derecha. Así lo refleja la siguiente gráfica:
Para entenderlo mejor, agrupamos las respuestas en tres categorías: izquierda, para los porcentajes que van de 0 a 4; centro, para las respuestas equivalentes a 5; derecha, para las respuestas comprendidas entre el 6 y el 10. Según este ejercicio, un 50,2% de los catalanes se identifica con la izquierda, bien en sus versiones extremas, bien en sus fórmulas más moderadas. Por el contrario, apenas un 11% dice estar entre el centro derecha y la extrema derecha.
No es fácil extrapolar los datos y hacer comparaciones a nivel nacional, pero podemos intentarlo con las encuestas del CIS, que manejan una escala de 1 a 10. Hecho el ajuste, comprobamos que los porcentajes registrados por todas las opciones de izquierda son más altos en Cataluña que en el promedio nacional. Para la derecha ocurre todo lo contrario y sus resultados son más elevados en España que en la región gobernada por Carles Puigdemont.
Si volvemos a agrupar las categorías según estén escoradas a la izquierda (1 a 4) o a la derecha (6 a 10), las diferencias resultan más llamativas. En Cataluña, los distintos grados de izquierdismo gozan del respaldo del 50,2% de la población, frente al 38,6% registrado en España. Esto significa que la izquierda tiene un 30% más de calado social en Cataluña que en el conjunto del país. En paralelo, las distintas fórmulas de la derecha tienen un 11% de apoyo en Cataluña, pero el promedio nacional es del 22,5%, un porcentaje dos veces más alto.
¿Explican estas encuestas la cena entre Oriol Junqueras y Pablo Iglesias? ¿Se está preparando un nuevo escenario político en el que los asuntos territoriales perderán peso y las políticas de izquierda radical se situarán en el centro de la acción política? ¿Qué haría el PSC si se fraguase un acuerdo entre ERC y Podemos? ¿Qué rol jugarían las CUP? ¿Y qué cabe esperar de Ciudadanos y PP, cuya capacidad de entendimiento con el PDECat se ha visto dinamitada a raíz de la alianza entre la antigua CDC con los separatistas? Preguntas que, probablemente, encontrarán respuesta en los próximos meses