Como ya es tradición, la Agencia Tributaria viene de publicar las tablas estadísticas que reflejan la distribución de los declarantes del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Según los datos para 2016, el 40% de los contribuyentes aportó menos del 1% de los ingresos totales recaudados por este gravamen. Por contra, las rentas de más de 30.000 euros son apenas el 20% del total de declarantes, pero generan el 73% de lo ingresado por IRPF.
En los tramos de rentas más bajas, nos topamos con 677.396 personas que presentan una declaración negativa o de "cero ingresos", así como con 1,6 millones de declarantes con rentas inferiores a 1.500 euros, 3,2 millones de ciudadanos con rendimientos de más de 1.500 y menos de 6.000 euros y finalmente 2,4 millones de contribuyentes que ganó más de 6.000 pero menos de 12.000 euros. Estos grupos suponen, respectivamente, el 3,48%, 8,37%, 16,27% y 12,13% del total de declarantes.
Tal y como está articulado el IRPF, los contribuyentes que declaran unos rendimientos inferiores a 6.000 euros apenas dejan en caja 3,5 millones de euros, una cifra simbólica frente a los 67.045 millones de euros que recogió el tributo en 2016. La cifra es más abultada para quienes ganan más de 6.000 y menos de 12.000 euros, pero igualmente hablamos de niveles muy reducidos: 556 millones, el 0,8% de los ingresos totales.
La recaudación cuelga de las rentas de más de 30.000 euros
El grueso de la recaudación recae, como es tradicional, sobre las rentas medias y altas. Las declaraciones con rentas de entre 12.000 y 60.000 euros suponen el 56% del total de contribuyentes registrados en el IRPF. Sus aportaciones se distribuyen así:
- Rentas de 12.000 a 21.000 euros. Hay 4,7 millones de contribuyentes en esta situación, el 24,1% de los declarantes. Su aportación es de 6.650 millones de euros, el 9,9% del total recaudado.
- Rentas de 21.000 a 30.000 euros. Hay 3,1 millones de contribuyentes en esta situación, el 15,8% de los declarantes. Su aportación es de 11.095 millones de euros, el 16,5% del total recaudado.
- Rentas de 30.000 a 60.000 euros. Hay 3,2 millones de contribuyentes en esta situación, el 16,4% de los declarantes. Su aportación es de 24.790 millones de euros, el 37% del total.
A continuación, nos topamos con el escalón de las rentas más altas. Aquí entran quienes declaran rendimientos de más de 60.000 euros. Sus aportaciones se distribuyen así:
- Rentas de 60.000 a 150.000 euros. Hay 605.835 contribuyentes en esta situación, el 3,1% de los declarantes. Su aportación es de 14.065 millones de euros, el 21% del total recaudado.
- Rentas de 150.000 a 601.000 euros. Hay 74.820 contribuyentes en esta situación, el 0,4% de los declarantes. Su aportación es de 6.011 millones de euros, el 9% del total recaudado.
- Rentas de más de 601.000 euros. Hay 7.249 contribuyentes en esta situación, el 0,04% de los declarantes. Su aportación es de 3.872 millones de euros, el 5,8% del total recaudado.
Si tomamos todos los datos anteriores vemos que las rentas de más de 30.000 euros son apenas el 20% del total de declarantes por IRPF, pero aportan el 73% de los ingresos obtenidos en concepto de IRPF. Dentro de este segmento, destaca el grupo de contribuyentes con ingresos de más de 60.000 euros: son apenas el 3,5% del total de declarantes, pero dejan en las arcas públicas el 36% del IRPF recaudado, cantidad similar al 37% que genera el 16,4% con rentas de entre 30.000 y 60.000 euros.