Los ciudadanos comunitarios podrán continuar viajando al Reino Unido y viviendo en este país libremente tras el Brexit, según los planes del Ministerio de Interior británico que revelan este jueves los medios.
The Times señala que el principio que contempla la libre circulación seguirá en vigor para aquellos nacionales de estados de la Unión Europea (UE) que deseen visitar o residir en el Reino Unido, si bien se pondrá en marcha un sistema de permisos que limitará el número de ciudadanos que migran para trabajar. Algunos detalles de ese nuevo sistema de inmigración que estudia el Gobierno británico han trascendido después de que el Ejecutivo de Theresa May divulgara este miércoles un documento oficial sobre su posición con respecto a las fronteras con Irlanda tras la marcha de la UE.
Con relación a cuál será la postura británica en materia de inmigración, uno de los asuntos que más preocupan de cara al proceso de diálogo con Bruselas, un portavoz del Ejecutivo recordó este jueves que los pormenores se harán públicos "a su debido tiempo", posiblemente en las próximas semanas. Según explica el citado periódico, en virtud de los nuevos planes, que deben aún concretarse y aprobarse, este país permitiría a los comunitarios viajar al Reino Unido en busca de empleo, sin necesidad de solicitar previamente un visado de trabajo.
Sin embargo, las empresas interesadas en la contratación de trabajadores de la UE sí tendrían que solicitar permisos de patrocinio y el Gobierno controlaría el número de autorizaciones emitidas en cada sector particular. En este sentido, se baraja también la introducción de un recargo económico para cada uno de esos permisos expedidos, a fin de persuadir a las compañías a que den prioridad a los empleados británicos sobre los extranjeros.
Continúa sin aclararse qué ocurriría en relación a los derechos de los nuevos trabajadores comunitarios a la hora de acceder al sistema de sanidad pública o si desean reclamar subsidios sociales. El Ejecutivo de Londres ha desvelado esta semana su postura oficial respecto a varios asuntos a discutir en la tercera ronda de negociaciones con Bruselas, que comenzará a finales de mes. El pasado martes, el Gobierno indicó que buscará una ampliación temporal de la unión aduanera a fin de extender las ventajas comerciales entre ambas partes una vez consumado el Brexit, además de aclarar ayer que no quiere reinstalar fronteras físicas entre las dos Irlandas.