Hablar con sir Ronald Michael Sanders es hablar con una auténtica referencia en la región Caribe a la hora de hablar de asuntos políticos y económicos. En la actualidad sirve como embajador ante los Estados Unidos por la isla de Antigua y Barbuda, aunque previamente ha ocupado otros cargos públicos o privados vinculados a jurisdicciones como Belice, Haití, Barbados, Guyana o Islas Vírgenes de Estados Unidos…
Libre Mercado se citó con él para hablar de competencia fiscal en el marco de la cumbre sobre esta cuestión que organizó Goethals Consulting en Panamá. Sanders conoce de primera mano el día a día de las pequeñas islas del Caribe que, históricamente, han mantenido un modelo de impuestos bajos. Ese modelo está ahora bajo amenaza, a raíz de la campaña de la OCDE, el G-20 y la Unión Europea contra los "paraísos fiscales".
En opinión de Sanders, "el miedo a sanciones impuestas por los países más poderosos del mundo es suficiente para que muchos gobiernos del Caribe terminen cediendo y accediendo a implementar normas o protocolos fiscales y financieros que vienen dictados desde muy lejos. Estas dinámicas atentan contra la soberanía de dichas jurisdicciones pero parece que nadie habla de esa asimetría".
"El poder político se fortalece con el miedo, la intimidación y la presión. El escándalo de los llamados 'Papeles de Panamá' es un ejemplo de la importancia que tiene el señalamiento. Las personas que han aparecido en estas filtraciones han sido expuestas sin reparo ante la opinión pública. Se han revelado datos privados y se ha acusado falsamente de evasión fiscal a muchas personas", lamenta.
Para el experto caribeño, "estamos viviendo una forma moderna y sofisticada de imperialismo. Esta vez, es un imperialismo de corte fiscal, regulatorio… Pero lo peor es que, no solo tenemos poco poder de negociación ante esta campaña, sino que además los pequeños países que nos vemos afectados estamos respondiendo de forma desorganizada, en vez de coordinar una posición común".
Según Sanders, "los países ricos saben que el vehículo perfecto para avanzar posiciones y restringir la competencia fiscal es la OCDE. Hablamos de una burocracia ad hoc, que no tiene poder vinculante, que nace de hecho como un grupo de estudios, pero que de facto se ha convertido en el brazo ejecutor de esta estrategia de presión".
Ahora mismo, esa realidad amenaza con golpear a islas como la suya, Antigua y Barbuda, donde se adoptan políticas tributarias distintas a las promovidas por la OCDE. "En 2016 decidimos eliminar por completo el Impuesto sobre la Renta. Lo hicimos desde el convencimiento de que el dinero está mejor en el bolsillo de los contribuyentes. Y lo hicimos porque preferimos que las administraciones obtengan sus recursos por otra vía, más vinculada a los gravámenes indirectos", explica.
"En las islas del Caribe se cumplen las reglas anti-lavado, se coopera con los estándares internacionales de supervisión financiera… Pero como nuestro sistema tiene impuestos bajos, se nos presenta como un paraíso fiscal y por lo visto eso ya parece suficiente para ir a por nosotros. Mientras tanto, territorios de EEUU como Delaware o Nevada ofrecen las mismas ventajas fiscales o regulatorias que se consideran ilegales en otros países, pero de ellos no se dice nada", lamenta.
Según Sanders, hay consecuencias inesperadas que se derivan de esta forma de proceder: "piensa, por ejemplo, en el problema de la falta de acceso a crédito. Hablamos de un factor que empuja al alza la pobreza en muchos países desbancarizados. Pues bien, las reglas anti-lavado o anti-competencia fiscal que se están aprobando en los últimos años son tan excesivas que van a terminar secando el mercado del crédito para los países más pobres, que poco a poco quedarán excluidos de los flujos financieros de la globalización".
El experto caribeño se queja de que "parece que en la globalización solo vale la doctrina impuesta por gobiernos poderosos" y advierte que "si la OCDE culmina con éxito su campaña, todo el mundo emulará su modelo de impuestos altos y los contribuyentes de todas partes, países ricos o pobres, van a sufrir las consecuencias".