Las exportaciones españolas de mercancías crecen en 2017 y alcanzan cifras récord de seis años. Hasta el mes de mayo, el crecimiento anual promedio superó el doble dígito por primera vez desde 2011, con una tasa del +11%, muy por encima del 2%-5% registrado en cualquiera de los tres años anteriores.
Uno de los aspectos más significativos en este año es que el repunte se ha producido en ausencia de crecimiento en las exportaciones de automóviles, el auténtico motor exterior en los cuatro últimos años. En 2017, las exportaciones de los sectores de bienes de equipo, especialmente aeronaves a Alemania y motores a Francia; alimentación, sobre todo aceites y frutas y hortalizas a Italia; o productos energéticos, donde destacan las de petróleo y derivados a Gibraltar, han tomado el relevo al automóvil.
Francia, Alemania e Italia, los principales mercados
En cuanto a los mercados destino, la eurozona explica algo más de la mitad del crecimiento del año e incrementa su cuota en el total exportaciones. En el resto de áreas su contribución al crecimiento es similar a su cuota, salvo en el caso de África, que ha perdido peso como destino.
Por tanto, la eurozona, en su conjunto es el principal destino de las exportaciones con una cuota del 52% del total, que se ha incrementado desde el 50% de 2013, algo lógico teniendo en cuenta que se comparte divisa.
El detalle por países muestra que Italia y Francia son los mercados que más contribuyen al crecimiento de las ventas al exterior. Sumando sólo estos dos países, su aportación al crecimiento es superior al del total de países del pasado año.
Un incremento de las ventas a la eurozona no es un aspecto negativo, aunque sí lo sería si se acompañara de una menor diversificación de las exportaciones.
Teniendo en cuenta el grado de diversificación (el porcentaje de concentración en los principales países destinos) podemos ver que la dependencia del primer destino se ha reducido en los últimos veinte años, mientras que la concentración en los cinco y diez principales mercados desciende, si se toma como referencia los últimos veinte años. Si bien, se observa un ligero repunte de la concentración en el top 5 desde 2011.
En la actualidad el primer destino, Francia, suma el 15% de las ventas al exterior. Los cinco primeros destinos suman aproximadamente la mitad del total y los 10 primeros, dos terceras parte del total de exportaciones.
Las exportaciones de bienes españolas han cambiado sustancialmente en los últimos 40 años. A principios de los 70, Estados Unidos era el primer mercado, sustituido por Francia desde mitad de esa década. Por su parte, Alemania no se consolidó como segundo destino hasta mitad de los 80, coincidiendo con la entrada de España en la Comunidad Económica Europea. Finalmente, no ha sido hasta la década de los 90 cuando Italia, Reino Unido y Portugal se han consolidado como tercer, cuarto y quinto mercado intercambiándose con asiduidad dichas posiciones. En perspectiva, puede afirmarse que se ha incrementado la diversificación geográfica.
La cuota de mercado de las exportaciones crece
Como se ha visto anteriormente, las exportaciones están repuntando con fuerza en 2017, pero ¿se trata del resultado de una mejora de cuota de mercado o de la inercia del entorno internacional? En los últimos meses, la cuota de exportaciones de la economía española se ha estabilizado en el 1,8%, por lo que puede afirmarse que la mejora es producto de una revitalización del comercio mundial. En perspectiva, está lejos del 2% de principios de la década pasada, pero es superior al 1,6% de 2011.
De todas formas, cualquier comparativa que tome como referencia más de 15 años debe considerar la irrupción de Rusia, Corea del Sur y especialmente de China, como potencias globales exportadoras de mercancías.
Sin embargo, si el objetivo es medir la evolución relativa de las exportaciones entre países, la referencia a seguir es la cuota de exportaciones reales o deflactadas que aísla, por ejemplo, el impacto de la variación del precio del petróleo en el total de exportaciones mundiales. Además, son las exportaciones deflactadas las que impactan en el PIB real de la economía. En este caso, la tendencia es de clara mejora y se sitúa en 2017 cerca del 2%.
Por último, la cuota de exportaciones deflactadas puede resultar una mejor forma para medir la competitividad de una economía dado que no se ve afectada por el hecho de que una mayor competencia en un sector obligue, bien a reducir o bien a no subir tanto, los precios como en otros sectores con una menor competencia.
En definitiva, las exportaciones de las empresas españolas crecen notablemente en esta primera mitad del año favorecidas por un positivo entorno del comercio internacional y con el plus de hacerlo pese al parón de las ventas de automóviles. En perspectiva, la comparación del sector exportador de hoy con el de hace diez años muestra una mayor solidez con una mayor cuota de mercado y diversificación de mercados.