La turismofobia de partidos como la CUP no tiene límites. Después de su petición fallida de expropiar la catedral de Barcelona para convertirla en una escuela de artes escénicas y música y en un economato municipal, han lanzado otra insólita propuesta: hacerse con el control del sector turístico de la ciudad.
La formación anticapitalista CUP-Capgirem, que cuenta con 3 de los 41 concejales del Ayuntamiento de Barcelona, ha lanzado la campaña Los Mitos del Turismo con la que el partido quiere "desmitificar las principales falacias del sector".
Según informa El País, la CUP propone "municipalizar la industria turística" con el objetivo de "socializar sus beneficios". Para ello, el Consistorio de la Ciudad Condal debería"tomar el control de los alojamientos hoteleros y albergues", de "los salarios del sector" y del sector del alquiler. Son propuestas que el portavoz de la CUP en la ciudad, Quim Serra, ha recordado que los anticapitalistas llevaban en el programa electoral.
La campaña niega, entre otros aspectos, que el turismo cree empleo o que deje dinero en la ciudad. La presentan, dicen, "ante un verano que será crítico, con 20.000 cruceristas al día".