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Diez años después... la AIReF considera "factible" que España cumpla con el objetivo inicial de déficit

El organismo de supervisión fiscal cree que ni la Administración Central ni la Seguridad Social quedarán por debajo del límite pactado con Bruselas.

El organismo de supervisión fiscal cree que ni la Administración Central ni la Seguridad Social quedarán por debajo del límite pactado con Bruselas.
José Luis Escrivá, en el centro, durante la rueda de prensa de esta mañana, en la sede de la AIReF.

"Factible, pero muy ajustado". Este es el pronóstico de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) sobre el posible cumplimiento del objetivo de déficit público para este año. No es un tema menor y no es una opinión menor. España lleva una década saltándose sus compromisos con sus socios comunitarios. Desde 2012, además, no sólo hablamos del 3% marcado en el Pacto de Estabilidad de la UE, sino de los sucesivos objetivos pactados con Bruselas para cada ejercicio.

Además, la AIReF es el organismo encargado de velar por la sostenibilidad de las cuentas públicas. Fue una de las obligaciones que nos impuso la UE tras el rescate del sector financiero del año 2012: una agencia independiente que controlase las cuentas públicas e informase de si creía o no en las mismas. Y, aunque muchos no pensaban que realmente fuera a ser realmente independiente, lo cierto es que se ha convertido en una piedra en el zapato de Cristóbal Montoro, al que enmienda la plana cada vez que presenta uno de sus estudios.

Este miércoles le tocaba el turno al "Informe sobre el cumplimiento esperado de los objetivos de estabilidad presupuestaria para 2017". Lo presentaba en Madrid su presidente, José Luis Escrivá, y la directora de la división de Análisis Presupuestario, Cristina Herrero. Su conclusión: por primera vez desde la crisis, España podría cumplir con su objetivo inicial de déficit (en ejercicios anteriores nunca se ha alcanzado esta meta y sólo en un par de ocasiones se ha mantenido el déficit por debajo del objetivo pactado con Bruselas a mitad de año). Es decir, si todo sale bien y se van cumpliendo las previsiones de ingresos y gastos que se pueden hacer a estas alturas, con un incremento estimado superior al 3% del PIB y tras cuatro años de crecimiento y creación de empleo… por fin, en 2017, hay opciones de alcanzar la cifra del 3,1% para el conjunto de las administraciones públicas que nos exige la UE. Pero ni mucho menos es seguro: "Es factible, pero ajustado", ha dicho Escrivá.

Incluso con este pronóstico optimista, el análisis de la AIReF permite muy poco margen para la complacencia por parte del Gobierno. Porque el organismo deja tres mensajes preocupantes:

  • en primer lugar, existe "una situación dispar entre los diferentes subsectores". Esto significa que las corporaciones locales (ayuntamientos y diputaciones) cumplirán de sobra con su objetivo, incluso con un margen de 5-6 décimas que servirá para compensar las desviaciones del Estado y la Seguridad Social.

  • este desequilibrio genera "problemas de medio plazo, que se evidenciarán cuando la situación cíclica de la economía sea menos favorable y resulte más necesaria la disciplina individual de cada administración". Es decir, que en un contexto de crecimiento se puede jugar algo con los objetivos individuales, pero si llegan de nuevo las vacas flacas, no haber sido estricto con cada uno de los subsectores será un problema.

  • tanto la Administración Central como la Seguridad Social presentan un riesgo muy importante de incumplimiento de su objetivo de déficit. En el caso de la AC el objetivo es del 1,1% del PIB pero en la primera notificación del Gobierno a la Comisión se apuntaba a un nivel alrededor del 1,5%. En el caso de la Seguridad Social, el objetivo es del 1,4% y la previsión oficial está más cerca del 1,6% del PIB (unos 20.000 millones de euros de descuadre en este organismo). Aunque la AIReF no ofrece cifras cerradas (prefieren hablar más con intervalos y tendencias) sus cuadros tanto para la Administración Central como para la Seguridad Social están más cerca de esa revisión (1,5% y 1,6% del PIB) que del objetivo inicial.

Eso sí, en lo que respecta a este vaticinio de la AIReF, hay que hacer algunas observaciones importantes. En primer lugar, las cifras se basan en una previsión estrictamente financiera. Es decir, no tienen en cuenta si las diferentes administraciones han sido más o menos estrictas en el cumplimiento de sus obligaciones en el pasado. Esto es importante porque al final el ajuste en los objetivos de déficit es una cuestión financiera, pero también una decisión política, en la que influyen tanto las previsiones de ingresos y gastos como la disposición de los responsables a ajustarse a sus obligaciones.

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Pero, además, entrando en el detalle, se observan diferentes aspectos interesantes. Por ejemplo, el cumplimiento previsto para este año 2017 se basa en parte en el hecho de que se va a producir un retraso a 2018 "de la responsabilidad patrimonial derivada de las autopistas de peaje". Y ésta no es una cuestión cerrada, sino que está sujeta a la incertidumbre propia de un caso como éste.

En lo que se refiere a los ingresos de la Administración Central, la AIReF cree que se cumplirán las previsiones en el Impuesto de Sociedades (cerrará 2017 en torno al 2,1% del PIB, dos décimas más que el pasado año) e IVA (alcanzará el 5,8% del PIB). En cambio, parece más complicado que se alcance la recaudación prevista en los ingresos especiales y muy poco probable en lo que respecta al IRPF. La principal desviación del informe llega precisamente en lo que toca al Impuesto sobre la Renta, que la AIReF cree que se quedará dos-tres décimas (de PIB) por debajo de su previsión de ingresos: según la cuentas de Hacienda, para este año la recaudación total debería subir en el entorno del 8% y Escrivá ha hablado de una realidad más cercana "al cuatro y pico".

En cuanto a los gastos, el organismo sí cree que se podrían alcanzar las previsiones, en parte gracias a la disminución del gasto en intereses y la transferencia a los servicios públicos de empleo para pagar las prestaciones por desempleo.

Por lo que toca al resto de las administraciones, la AIReF es optimista en lo que respecta a las comunidades autónomas, que podrían cumplir con su objetivo de déficit gracias a los 6.600 millones de ingresos extra del sistema de financiación. También las corporaciones locales alcanzarán su meta. En realidad, en este caso se pasarán: de acuerdo con estas previsiones, ayuntamientos, diputaciones y cabildos volverán a ser el colchón del que se servirán Estado y Seguridad Social.

Las recomendaciones

Por último, la AIReF cierra su documento con un capítulo de recomendaciones. El organismo cree que hay que dar un paso más allá en la normativa presupuestaria, para asegurar no sólo el objetivo de un año u otro, sino la estabilidad presupuestaria a medio plazo.

En este punto, el organismo pone a Hacienda los siguientes deberes:

  • "Una metodología clara para el reparto del objetivo vertical de déficit": es decir, que haya sistema objetivo, sencillo y público para determinar los niveles de la Administración Central, las autonomías y las corporaciones locales.

  • "Ganancias de eficiencia" asociadas a los "procesos de revisión de gasto": es decir, aprovechar los ajustes para mejorar la forma en la que se gasta el dinero y consolidar las buenas prácticas.

  • "Control mensual" sobre los gastos de la Administración Central y aplicación de la Ley de Estabilidad no sólo a CCAA y corporaciones locales, sino también a Gobierno y ministerios.

  • "Que el Pacto de Toledo identifique posibles medidas potenciales orientadas a garantizar el equilibrio del sistema de pensiones".

  • Coordinar "las actuaciones de los órganos de tutela" de las corporaciones locales y homogeneizar la adopción de los acuerdos de no disponibilidad de créditos.

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