Uno de los objetivos de Uber, que ofrece sus servicios en más de 600 ciudades, es reforzar la seguridad de sus clientes y conductores. Por eso, desde el año pasado, está implantando un novedoso sistema de reconocimiento facial, comúnmente denominado selfie. Además de reforzar la seguridad, este sistema evitará que los conductores cedan su vehículo a conductores no autorizados.
Gracias a los servicios cognitivos de Microsoft, los conductores podrán ser identificados en tiempo real. De forma periódica, y antes de que el conductor comience un nuevo viaje, la aplicación le solicitará un selfie a través del Real-Time ID Check, que se comparará inmediatamente con la fotografía del conductor guardada en la base de datos de la compañía.
Si el selfie no coincide con la fotografía registrada, la cuenta quedará automáticamente bloqueada y la compañía procederá a una verificación más exhaustiva. No obstante, si la aplicación detecta algún elemento que pudiese dificultar la identificación, como unas gafas, enviará un aviso al conductor para que repita el selfie.
Según ha publicado la compañía, durante los primeros meses de prueba en EEUU, el mayor problema fueron las fotos de la base de datos, que no eran lo suficientemente claras. Sin embargo, se consiguió identificar al 99% de los conductores.
El año pasado, la compañía comenzó las pruebas de reconocimiento facial en China y, meses después, en India. El último país en unirse a esta nueva medida de seguridad es Kenia, un país que, junto a Nigeria, fue pionero en la utilización de efectivo como medio de pago en Uber, según Quartz.