El gobierno autonómico de Galicia tiene claro que es necesario revisar la fiscalidad municipal para impedir que cada vez más inversiones empresariales orientadas al noroeste español terminen frustradas o acaben en suelo portugués. El plan del presidente regional, Alberto Núñez Feijóo, pasa por premiar a aquellos Ayuntamientos que bajen la presión fiscal a base de mejorar las ayudas concedidas por la Administración autonómica a los gobiernos locales.
Según el equipo de Feijó, sería conveniente que los consistorios gallegos armonicen a la baja su marco tributario, tocando gravámenes como el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), las tasas por licencia de apertura, los gravámenes a la recogida de basuras, el Impuesto sobre Constituciones, Instalaciones y Obras (ICIO) o el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI).
Las diferencias no son menores. En las licencias de apertura podemos llegar a toparnos con diferencias de hasta 10.000 euros, dependiendo del Ayuntamiento elegido. En los tipos del IBI, el recibo medio de las dos grandes ciudades de la región, La Coruña y Vigo, arroja diferencias cercanas al 20 por ciento. Y en cuanto a los tipos del ICIO, vemos urbes que lo dejan cerca del 2 por ciento frente a consistorios que lo suben hasta el 4 por ciento.
Rebajas fiscales
Feijóo ha tomado cartas en el asunto y ya se ha dirigido a la FEGAMP, la federación gallega en la que se agrupan los gobiernos municipales y las instancias provinciales. Según la Xunta de Galicia, un primer paso sería el de "suprimir o bonificar al 95 por ciento el pago de IBI, IAE e ICIO cuando el objetivo sea desarrollar actividades económicas declaradas de especial interés o de utilidad municipal". También se plantean medidas similares para las tasas por licencia de apertura o los gravámenes que se aplican a la recogida de basuras.
Pero la Xunta de Galicia también aspira a que los gobiernos locales cambien su forma de proceder en lo tocante a la regulación y la burocracia de los tributos. El objetivo es simplificar al máximo los trámites, introduciendo por ejemplo la concesión de licencia a posteriori o la eliminación de papeleo. Además, se plantea la generalización del descuento de precio en suelos de titularidad pública, un programa coordinado y bonificado por la Xunta desde 2015, en virtud del cual se han captado ya inversiones privadas de más de 400 millones de euros.
Desde el gobierno regional confían en que numerosos Ayuntamientos sigan este recetario, pero también saben que será preciso ofrecer incentivos a los gobiernos locales. Por este motivo, está previsto que aquellos consistorios que se sumen al plan de cooperación diseñado por la Xunta disfruten de un acceso prioritario a la hora de recibir fondos del gobierno autonómico.
Las mejoras tributarias de la Era Feijóo
Desde que llegó al gobierno autonómico, el líder de los populares gallegos ha mejorado de forma progresiva el marco tributario que enfrentan los contribuyentes. Las primeras medidas llegaron en 2012, cuatro años después del estallido de la crisis, con la aprobación de diversas deducciones en el IRPF, el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
El siguiente paso llegó en 2015, cuando el Ejecutivo regional anunció "la mayor rebaja fiscal de la historia de la autonomía de Galicia". Entre las medidas anunciadas, un fuerte aumento del mínimo exento del Impuesto de Sucesiones y Donaciones y una nueva ronda de rebajas y deducciones en los tramos autonómicos del IRPF.