Cada vez son más las empresas que anuncian la llegada de un prototipo de coche autónomo. De hecho, compañías punteras del sector, como Tesla, ya venden coches con el hardware necesario para instalar el autopilot y, además, la conducción autónoma tiene mayor nivel de seguridad que la conducción humana.
Una realidad que ya está en las carreteras y que, en un futuro no muy lejano, permitirá que los ‘conductores’ no tengan que examinarse del carnet de conducir. La tecnología avanza tan rápido que en 15 años la conducción autónoma no será una novedad y "los bebés que nacen hoy en día puede que nunca tengan que hacer una prueba de conducción", afirma Amanda Blanc, directora ejecutiva de Axa en Reino Unido, según The Telegraph.
Mientras la sociedad se prepara para la llegada de los coches autónomos en 2023, es "crucial", según Blanc, que la industria de los seguros construya un marco adaptado a accidentes de tráfico en los que el conductor sea un robot. "Los coches sin conductor no podrán salir a la carretera sin eso", añade.
Sin embargo, la visión de Blanc respecto a los bebés que no realizarán pruebas de conducir contrasta con la del gigante tecnológico Intel, que hace unos días anunciaba que la llegada de los coches autónomos revolucionaría la forma de viajar, trabajar y vivir, pero algo más tarde, a partir de 2050. Se espera que los coches autónomos hagan la carretera "más segura e incrementen la movilidad para miembros vulnerables de la sociedad", según Blanc.