Una de las obligaciones que conlleva ser ganadero es, por ejemplo, ordeñar las vacas. Sin embargo, las 170 vacas que tienen las granjas de la familia Stensland (Stensland Family Farms), no necesitan que nadie las ordeñe, al menos, no un humano.
Sensores, láseres, datos y una tecnología puntera han permitido fabricar un robot que ordeña las vacas en unos pocos minutos y sin la intervención de nadie. El funcionamiento, además de sencillo, es muy preciso. En la parte trasera de la granja, hay unas zonas delimitadas con pequeñas cajas con comida. Cuando la vaca entra en la zona para alimentarse, un robot escanea su etiqueta de identificación y aparecen unos brazos robóticos para comenzar con el proceso.
No obstante, antes de empezar a ordeñar, la máquina verifica la última vez que se ordeñó a esa vaca a través del número de identificación. Gracias a este número, la máquina puede saber la leche que ha dado en otras extracciones y la velocidad a la que lo ha hecho. Para poder conseguir toda esta información, cuando llega una nueva vaca a la granja se le hace un escáner exhaustivo para que el robot tenga toda la información posible, informa Business Insider.
Después, si el escáner determinada que la vaca está lista para ordeñarse, un brazo robótico con un cepillo de color naranja rueda por el vientre y estimula las ubres para que salga la leche. Previamente, también las desinfecta. A continuación, otro brazo similar sostiene cuatro tubos que se conectan a las ubres y que van a dar a un tanque más grande donde se recogerá la leche. Pero el proceso no termina aquí, ya que el robot es capaz de valorar la calidad de la leche y determinar si es apta para el consumo humano. En caso de no serlo, esta leche servirá de alimento para los terneros de la granja.
Un 50% de las vacas de EEUU se ordeñarán con máquinas
Doug Stensland forma parte de la tercera generación que trabaja en la granja. Su hijos trabajan en ella y sus nietos empiezan a ayudar con algunas tareas. Desde que se instalaron los robots hace seis años, la vida de su familia ha cambiado a mejor.
Sin embargo, la granja Stensland no es la única que ha delegado a las máquinas la tarea de ordeñar. Unas 50 granjas de Iowa tienen esta instalación y, según las estimaciones de Lely, la compañía holandesa que empezó vendiendo estas máquinas en Europa, hay unas 2.000 máquinas de este tipo en EEUU.
Además, dentro de unos cinco o siete años, entre un 40 %y un 50% de las vacas de los Estados Unidos será ordeñada utilizando este tipo de tecnología, según Lely. De momento, se mantiene en el 2%. Sin embargo, en países como Holanda, donde se desarrolló el producto, la compañía estima que más del 30% de las vacas se ordeñan con robots.
"Esto, realmente, se empezó a acelerar hace dos o tres años y el motivo es el trabajo: disponibilidad de mano de obra, calidad de la mano de obra al ordeñar, coste de mano de obra", señala Steve Fried, jefe de ventas de la compañía. Además, calcula que, durante los últimos tres años, el crecimiento anual de la compañía está entre el 10-15%.
Aumento de producción y beneficios intangibles
A pesar de que estas máquinas eliminan dos puestos de trabajo, la mayoría de las granjas tenían dificultades para encontrar mano de obra. Es un trabajo que requiere esfuerzo físico y no siempre es agradable. Los robots, mucho más eficientes, pueden ordeñar hasta 60 vacas al día. La granja ha aumentado un 8% su producción y produce unos 1.500 litros de leche al día.
Este aumento de producción no solo se debe al incremento de litros, ya que hay beneficios intangibles. La máquina, además de controlar la leche, también recoge datos de salud y hábitos de las vacas, como su comida o ciclos de fertilidad. Esto permite detectar anomalías y enfermedades para, así, curarlas a tiempo. En unos seis años, la granja ha recuperado la inversión de 190.000 dólares por máquina.