El Banco Popular admitió el martes que varias entidades han mostrado su interés en explorar una posible fusión con el banco, pero, "hasta el momento", no ha recibido ninguna propuesta en firme ni ha adoptado ninguna decisión definitiva sobre su futuro.
En un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el Popular se refirió a las distintas alternativas para su futuro que su presidente, Emilio Saracho, expuso ante los accionistas el pasado 10 de abril, entre las que citó una ampliación de capital o "una combinación de negocios" –es decir, una fusión–. "Diversas entidades se han manifestado interesadas en explorar una posible operación de esta naturaleza con Banco Popular", que ha explicado que ha realizado un primer intercambio de información con ellas, y "se ha solicitado una muestra de interés preliminar para hoy, para, en su caso, continuar analizando una posible operación".
Las entidades que encabezan el citado interés por hacerse con Banco Popular son Bankia, Santander y BBVA. El ministro de Economía, Luis de Guindos, afirmó el martes que Bankia analiza la situación de la entidad y su "potencial interés". El ministro señaló que el banco que preside José Ignacio Goirigolzarri es una entidad "muy saneada, que tiene mucho capital y un gran equipo de gestión" y que está analizando la situación como están haciendo otros bancos.
Pero Bankia no es el único. Santander y BBVA también están interesados en comprar el sexto banco más importante de España. Aunque en los últimos días también se ha barajado el nombre de CaixaBank y Sabadell, su interés real por esta opción es muy inferior, dado que ambas están inmersas en sendos procesos de integración con el portugués BPI y el británico TSB, respectivamente, y el volumen que requeriría esta operación sería más difícil de gestionar. Esta primera fase no es vinculante, ya que las entidades interesadas podrán analizar los balances del Popular sin lanzar ninguna oferta en firme.
JPMorgan, la entidad encargada de analizar el posible interés del mercado por adquirir Popular, ya ha facilitado información a los potenciales compradores. En concreto, dio acceso a una base de datos con las ochenta operaciones más complejas de la entidad, como préstamos refinanciados o créditos con garantías en mora, además de una muestra con otras 140 operaciones de toda la cartera crediticia. En ambos casos, los interesados han podido consultar un expediente con datos concretos como quién recibió el crédito, cuándo entró en impago o de qué fecha es la última tasación. Adicionalmente han visto un listado de todas las operaciones crediticias con su volumen y plazos de vencimiento.
Con esta información, los bancos han podido calcular la pérdida esperada de la cartera crediticia de Banco Popular y, aunque cada entidad tendrá sus propios números, la cifra rondaría los 7.000 millones de euros, según fuentes cercanas al proceso. Para hacer frente a estas potenciales pérdidas, el comprador contaría con el negocio de banca minorista y su importante cuota de mercado en el segmento de pymes, datos que también han podido evaluar, al igual que la participación en otras filiales y negocios compartidos.
Sin embargo, la duda sigue siendo cómo digerir una compra de tal magnitud y es ahí donde entran en juego los niveles de capital de cada uno de los postores, la capacidad de apelar al mercado para ampliar capital o las sinergias con el ahorro de costes o los créditos fiscales. Popular, con un volumen de activos próximo a 148.000 millones a cierre de 2016, permitiría dar un gran salto en España a cualquier comprador y haría, por ejemplo, que BBVA superara los 494.000 millones y Santander, los 471.000, en tanto que Bankia, contando ya con BMN, rozaría los 377.000 millones. Popular quiere decidir antes del próximo 10 de junio su posible fusión con otra entidad.