El CPS británico, think tank impulsado por el entorno de Margaret Thatcher, ha publicado un interesante informe sobre la progresiva reducción del número de hogares que viven del gasto público a base de cobrar ayudas sociales de diversa índole. El parámetro que permite medir esta cuestión es la llamada tasa de dependencia, un indicador que mide cuántos hogares reciben más beneficios públicos (en efectivo o en especie) de lo que pagan en impuestos.
Esta tasa era del 44 por ciento a comienzos del siglo XXI, pero llegó a rondar el 54 por ciento en el último año de la Administración Brown y el primer ejercicio de la Era Cameron. Ante esta fuerte aumento del cobro de ayudas sociales, el Ejecutivo británico decretó la institución de un ‘tope’ que restringe la percepción de estos beneficios. La idea del ex primer ministro era poner freno a la fuerte escalada de la dependencia del Estado.
Para entender mejor el problema conviene mirar al pasado y evaluar el comportamiento de la tasa de dependencia en las tres últimas décadas. En los años de esplendor del thatcherismo, la tasa de dependencia era del 43 por ciento. Hubo un fuerte repunte tras la salida del poder de la ex primera ministra, hasta alcanzar el 49 por ciento en 1994, pero los años de Tony Blair fueron de la mano de un progresivo descenso, hasta tasas cercanas al 43 por ciento.
No obstante, el período que va del año 2000 al 2010 supuso un espectacular aumento de los beneficios sociales, con un aumento de casi diez puntos porcentuales en la tasa de dependencia. De momento, la caída de las ayudas sociales instaurada por el 'tope’ a los beneficios ha permitido que la tasa de dependencia baje moderadamente, pasando del 53,5 al 51,5 por ciento.
Como explica el CPS, esto supone que 13,7 millones de hogares reciben del Estado más de lo que aportan en impuestos, un nivel más reducido que el de hace un lustro, pero demasiado elevado si se entiende que el gasto social debe activarse en casos de necesidad y no de manera generalizada.
Entre el 40 por ciento de menos ingresos, el cobro neto medio de ayudas públicas se mueve entre 9.500 y 10.000 libras esterlinas al año. En términos per cápita, si ajustamos las ayudas a la inflación, las ayudashan subido de 1.750 a 3.500 libras esterlinas entre 1990 y 2010 si bien el ‘tope’ ha reducido levemente esta cifra, hasta caer a las 3.200 libras.