Un grupo de vecinos de Barcelona ha presentado este martes el primer sindicato de inquilinos de la ciudad para "luchar", dicen, contra "el abuso inmobiliario en los precios" en la capital catalana y en el resto de la comunidad. En rueda de prensa, sus representantes han amenazado con la "medida extrema" de una posible huelga en caso de que los precios no bajen.
En su propio manifiesto, el sindicato de inquilinos hace alusión a la huelga de alquileres del año 1931, cuando la CNT impulsó una huelga para que los barceloneses dejaran de pagar sus rentas. Este episodio "nos recuerda que la defensa de los derechos de los inquilinos e inquilinas no es aquí una experiencia nueva. Al mismo tiempo, la existencia de poderosos sindicatos de inquilinos e inquilinas a nivel internacional, que llegan a negociar colectivamente precios y condiciones del contrato de alquiler con todos los agentes implicados, nos anima a apostar por la creación de este sindicato en defensa de un alquiler justo", reza el texto.
Según los portavoces del sindicato, la especulación en Barcelona "no tiene límites". Jaime Palomera, uno de ellos, ha declarado que "los salarios bajan pero los precios del alquiler se disparan y la especulación nos ahoga". Palomera ha tasado en más de 200.000 las familias que viven en la capital catalana de alquiler, por lo que ha reclamado luchar por todas ellas para que tengan "un proyecto de vida estable y lejos de los contratos abusivos".
Lourdes García e Irene Sabater, también portavoces, han explicado que reclamarán a las administraciones que garanticen un acceso a la vivienda "digno y estable" y la creación de un gran parque de viviendas públicas de alquiler.
"Entendemos que es vital garantizar la función social de las viviendas a través de la firme protección del uso residencial por delante del uso económico o especulativo de cualquier tipo. Por este motivo, reivindicamos la lucha contra los procesos de presión turística y de gentrificación que nos expulsan de nuestros barrios. Es necesaria además una movilización urgente de las viviendas vacías y un aumento del parque público de alquiler social", explica el manifiesto.
En este sentido, han pedido cambios legislativos como la derogación de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 2013 para "fomentar los contratos de larga duración y no vivir siempre en una situación de inestabilidad", y han exigido que se trabaje conjuntamente entre administraciones para que haya una rebaja urgente del precio del alquiler.
"Las viviendas vacías deben convertirse en hogares para aquellas personas con menos recursos", ha exigido Sabater, al mismo tiempo que ha pedido atender las situaciones de expulsión residencial y el realojamiento de las personas en condiciones dignas.
30 euros por apuntarse
La presentación del sindicato ante la ciudadanía tendrá lugar el próximo viernes. A partir de ese momento, todas los que quieran formar parte de la organización deberán pagar una cuota "a partir de 30 euros". Además, han anunciado que también abrirán un espacio de crowdfunding para reunir 20.000 euros para poner en marcha el sindicato.
La afiliación al sindicato será igual a la de otros sindicatos y ya cuenta con el apoyo de 16 organizaciones vecinales de Barcelona.