Los españoles desconfían de la Justicia. Así se desprende del último informe publicado por la Comisión Europea, un documento elaborado a partir del último Eurobarómetro y que tiene como objetivo medir la percepción de independencia judicial que tienen los ciudadanos residentes en los 28 países de la UE.
Según los datos que ha divulgado la Comisión, el 39 por ciento de los españoles opina que la situación de la independencia judicial en nuestro país es "mala", mientras que un 19 por ciento entiende que el escenario actual es "muy malo". Solo tres países obtienen una peor calificación que España (Bulgaria, Croacia y Eslovaquia).
De acuerdo con las respuestas ofrecidas, el 34 por ciento de los españoles opina que el estatus legal de los jueces no está bien diseñado, pues no alberga suficientes garantías de independencia. Peor aún, un 45 por ciento opina que los jueces trabajan bajo la influencia y la presión de los poderes económicos. Pero la palma se la llevan los políticos, cuyas interferencias son un problema para el 49 por ciento de los encuestados.
La percepción de independencia judicial es mucho mayor en otros países europeos. Por ejemplo, en Alemania vemos que solo el 9 por ciento de la población recela del estatus legal brindado a los magistrados, mientras que la desconfianza ante las presiones económicas o políticas solo alcanza al 13 y al 12 por ciento de los teutones. Francia está peor, pero el resultado cosechado en estas tres preguntas es del 22, 25 y 29 por ciento, lejos del 34, 45 y 49 por ciento que se anota España.
El estudio de la Comisión Europea también ofrece por separado las respuestas que han brindado los empresarios de nuestro país. En este subíndice, España cae al puesto 22 de 28 países, ya que un 41 por ciento de los directivos opina que el grado de independencia judicial es "malo" y otro 18 por ciento entiende que es "muy malo".
Para reforzar el informe, el documento de la Comisión Europea se apoya en las encuestas elaboradas por el Foro Económico Mundial, que asignan una nota de entre 1 y 7 puntos al grado de independencia judicial de los distintos países. España apenas logra 4 puntos en este indicador, frente a los 6,7 de Finlandia, los 6,5 de Suecia, los 6,4 de Irlanda, los 6,4 de Países Bajos, los 6,3 de Reino Unido, los 6,2 de Luxemburgo, los 6,2 de Dinamarca, los 5,7 de Bélgica, los 5,7 de Estonia o los 5,6 de Alemania.