CaixaBank obtuvo un resultado de 403 millones de euros en el primer trimestre, un 47,9% más respecto al mismo periodo de 2016, tras integrar BPI con efectos desde 1 de febrero, que ha aportado dos millones de clientes, 34.037 millones de recursos de clientes y 23.328 millones de crédito bruto, ha informado este viernes la entidad financiera presidida por Jordi Gual, líder ahora en la Península Ibérica.
El margen de intereses ha crecido un 13,1% (BPI aporta un 6,8% de crecimiento) hasta 1.153 millones, los ingresos por comisiones un 20,3% (un 8,7% por BPI) hasta 588 millones, y los créditos sobre clientes brutos y los recursos de clientes un 11,3% (hasta 227.934 millones) y un 11,2% (hasta 338.053 millones), respectivamente (sin BPI estas variables se mantienen estables).
La contribución de BPI al resultado en los meses de febrero y marzo ha sido de 50 millones, y la integración produce un resultado extraordinario de 159 millones. Teniendo en cuenta que el proceso de reestructuración que acometerá BPI en los próximos meses tendrá un coste aproximado de 155 millones para CaixaBank, el impacto global de la operación será neutro, ha indicado el banco español. La rentabilidad del Grupo CaixaBank mejora en el trimestre 65 puntos básicos y se sitúa en el 6,2% (3,7% en el primer trimestre de 2016), mientras que el ROTE del negocio bancario y asegurador alcanza el 9% y un resultado de 557 millones, excluyendo los negocios inmobiliarios non core, participadas y BPI.
El margen de explotación es de 792 millones (-13,8%) por la menor generación de ingresos derivados de activos financieros -en 2016 incluían la materialización de plusvalías latentes de activos de renta fija- y de la cartera de participadas, cuya evolución refleja, entre otros, la venta del 2% de la participación de BPI en BFA (-97 millones) y otros cambios de perímetro. El Grupo CaixaBank alcanza una ratio Common Equity Tier 1 (CET1) 'fully loaded' del 11,5%, en línea con el rango fijado en el Plan Estratégico, del 11%-12%. El efecto en capital de la adquisición de BPI ya había sido cubierto con antelación en 2016 con la venta de acciones propias.
Crédito
En CaixaBank, la evolución del crédito por segmentos presenta indicadores positivos en el crecimiento para la adquisición de vivienda (+11,5%), el impulso del crédito al consumo (+32%) y el crédito a empresas (+46,9%) que compensan el desapalancamiento en otras finalidades de particulares y el reducido peso de la financiación a promotores sobre la cartera de crédito (3,9% a 31 de marzo de 2017), tras la gestión de los activos problemáticos.
La ratio de morosidad del Grupo CaixaBank se sitúa en el 6,7%, (6,9% a 31 de diciembre 2016) tras incorporar BPI, y la ratio de cobertura de la cartera dudosa mejora hasta el 49% (47% a cierre de 2016). Los saldos dudosos, excluyendo la incorporación de saldos tras la adquisición de BPI, se reducen en 127 millones de euros en el trimestre (-1.798 millones de euros en los últimos doce meses), reflejo de la mejora de la calidad de la cartera crediticia, y las pérdidas por deterioro de activos financieros y otras dotaciones a provisiones alcanzan los 619 millones (+51,1%), después de registrar en el trimestre 152 millones asociados a prejubilaciones y 154 millones de saneamiento de la exposición en Sareb.
Los saldos dudosos se sitúan a cierre de marzo en 16.135 millones, teniendo en cuenta que BPI ha hecho incorporar 1.508 millones; sin BPI los saldos dudosos de CaixaBank serían de 14.527 millones, frente a los 16.425 de hace un año.
Activos adjudicados
La cartera de adjudicados netos disponibles para la venta se sitúa en 6.285 millones de euros, con una ratio de cobertura del 59%. En el primer trimestre se ha mantenido la tendencia en el descenso de entradas en la cartera de adjudicados y en los elevados niveles de comercialización, con 1.719 millones de euros en los últimos doce meses (ventas y alquileres), con resultados positivos en las ventas desde el cuarto trimestre de 2015.
El resultado sobre el valor contable neto asciende a un 15% en el primer trimestre de 2017; los activos inmobiliarios destinados al alquiler ascienden a 3.088 millones de euros netos de provisiones, y la ratio de ocupación de esta cartera se sitúa en el 90%.