Posiblemente, sea la oficina más ecológica e inteligente del mundo, según World Economic Forum. The Edge, un edificio de oficinas ubicado en Ámsterdam, es la sede central de la compañía Deloitte y sus más de 40.000 metros cuadrados albergan 28.000 sensores que permiten saber todo lo que ocurre entre sus paredes, desde la energía que se gasta hasta la humedad y el nivel de iluminación.
Los trabajadores están conectados al edificio a través de una aplicación que hace mucho más fácil el día a día en la oficina. En el momento en el que llegan al edificio, sus teléfonos inteligentes les ayudan a encontrar aparcamiento, una mesa libre para trabajar o a sus propios compañeros. La aplicación, tras comprobar el horario de cada trabajador, les envía a una mesa de trabajo, una sala de reuniones o a la sala de concentración.
Pero sus funciones no terminan ahí, ya que los empleados pueden controlar el nivel de luz y de humedad del lugar en el que están trabajando. Además, la app recuerda cómo le gusta el café a cada empleado. Los sensores de los baños están conectados con el personal de limpieza, que reciben un aviso cuando hay que limpiarlos, y un robot monitorizado se encarga de la seguridad del edificio por la noche.
El edificio, de 15 plantas, se abastece de energía solar que obtiene gracias a paneles ubicados en una de las paredes y en el techo, aunque también utiliza energía solar de los paneles de la Universidad de Amsterdam. El agua utilizada para la calefacción y el aire acondicionado se recoge gracias a un acuífero situado bajo el edificio.
Unas características que han llevado al edificio The Edge a conseguir la mayor puntuación de la historia en sostenibilidad (98,36%), según la agencia de calificaciones medioambiental BREEAM.
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— World Economic Forum (@wef) March 31, 2017