Los últimos datos sobre la evolución del PIB que ha publicado el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que Baleares y Madrid, con un crecimiento del 3,8% y del 3,7% respectivamente, han sido las que más crecido en 2016. A continuación, se sitúan Canarias, Cataluña o Galicia, con un crecimiento más cercano al 3,2% del conjunto de la economía española. En el lado contrario, el PIB en La Rioja, Asturias y Extremadura crece menos de un 2%.
Además, Madrid, Baleares, Navarra y País Vasco ya superan los niveles máximos de PIB de 2008. Destaca Madrid, cuya renta ha crecido de promedio un 0,5% en estos últimos años, y en 2016 ya es un 4% superior al de antes de la crisis.
Una de las claves sobre el PIB de cada comunidad es su estructura económica. Las regiones del norte, como País Vasco, Navarra o La Rioja, destacan sobre el resto por el elevado peso de su industria en el PIB. Por el contrario, su peso es muy inferior en Canarias o Baleares, donde la insularidad es un claro freno, en Madrid, con un mayor peso de servicios privados de alto valor añadido, y en regiones con una menor implantación industrial, como es el caso de Andalucía o Extremadura.
En otras comunidades con un mayor peso del turismo, como Baleares, Canarias, Cataluña, Valencia o Murcia, son los servicios vinculados al consumo -comercio minorista y hostelería- los que presentan un peso por encima de la media. En especial, su peso es muy relevante en los dos primeros casos y supone algo más de una tercera parte de sus economías.
La naturaleza de esas comunidades como destino turístico impacta en el peso de las ramas vinculadas con el ladrillo, con la excepción de Cataluña, economía más diversificada y con un mayor peso relativo de la industria o de servicios de elevado valor añadido, como las finanzas o las telecomunicaciones.
Precisamente, esos servicios de elevado valor añadido tienen un mayor peso en Madrid, y es, sin duda, uno de los motivos de su mejor evolución del PIB. Aparte de Madrid, Cataluña es la única comunidad con un peso relevante de estas actividades, dado que en el resto de regiones su peso es muy similar.
Por el último, el peso de las actividades relacionadas con el sector público está de alguna manera relacionado con la menor renta. En Extremadura, el peso del sector público es el más elevado, mientras que su renta por habitante es la más baja de España. Por el contrario, en Cataluña -donde el peso de estas actividades es el más bajo- su renta per cápita es de las más elevadas, y en el País Vasco o Madrid -comunidades con las mayores cotas de renta por habitante- el peso es también inferior al promedio nacional.
El sur se queda atrás
Precisamente, el nivel de PIB por habitante en 2016 muestra que, entre las comunidades con una renta superior a la media, Cataluña es la que ha registrado un mayor incremento con respecto a 2015. En el cuadrante opuesto del siguiente gráfico -el de aquellas regiones que, teniendo una renta per cápita por debajo de la media nacional, ésta ha crecido menos que la media nacional- se sitúan las comunidades del sur de España, aparte de Cantabria y Asturias.
En esta clasificación, que considera la evolución del PIB nominal, es decir incluyendo la variación de los precios, Galicia, Comunidad valenciana y Castilla y León, si bien tienen una renta por habitante inferior a la media, la ratio ha crecido más y se acercan hacia ese umbral -en el caso de Castilla y León, su PIB per cápita prácticamente ya converge con el del total de la economía española-.
Por último, entre las comunidades ricas que han crecido menos que la media, destaca negativamente Navarra, cuya renta sigue siendo la tercera más alta tras la de País Vasco y Madrid, pero que, tras un crecimiento de apenas el 3% -frente a la media del 3,4% en España-, está cerca de ser superada por Cataluña.
Conclusiones
En definitiva, son los servicios privados los que explican el mayor crecimiento de Baleares, Madrid y Canarias. En el primer y tercer caso, este avance está vinculado al turismo, y en el segundo, con una mayor actividad en servicios profesionales, técnicos y administrativos. Las siguientes regiones más dinámicas en 2016 -Galicia y Cataluña- han obtenido un plus en su crecimiento económico derivado de la mayor actividad industrial, especialmente de las manufacturas.
Asimismo, si se abre un poco más la perspectiva temporal, se observa que el impulso del turismo en el caso de Baleares, de las telecomunicaciones y de los servicios profesionales en Madrid y de la industria manufacturera en Navarra y País Vasco han permitido que estas cuatro comunidades recuperen en 2016 su nivel de renta previo a la crisis.
En cuanto al proceso de convergencia entre las comunidades más pobres y más ricas, tras un año 2015 donde se produjo una mayor convergencia en la renta per cápita, apenas se registraron variaciones significativas en 2016.