Madrid está a la cabeza de España en todas las variables económicas. El crecimiento económico en Madrid ha sido del 3,4%, frente al 3,2% de la media nacional. El déficit público medio de Madrid ha sido del 1,39%, frente al 1,66% de la media. La deuda pública de la Comunidad de Madrid está en el 14,2%, frente al 24,6% de la media. La tasa de paro es del 14,6%, frente al 18,6% de la media. La tasa de actividad es del 63,2%, frente al 58,9% de la media. Y la renta per cápita es de 31.800 euros, frente a una media de 23.178 euros.
Así de tajante arranca la ponencia económica del PP de Madrid, un documento presentado en el pasado congreso regional de la formación y que ha coordinado Álvaro Ballarín con ayuda de tres vocales: José Luis Moreno, Yolanda Cuenca y Pedro Muñoz. Pero, además de conformarse con estos datos, llama la atención que los populares madrileños han dedicado también varias páginas a explicar los fundamentos de la economía de la región, con ánimo de desmontar los argumentos que apuntan que el crecimiento de Madrid se explica sencillamente por su capitalidad.
Según denuncia la ponencia, "justificar nuestro desarrollo por ser la región de la capital de España es un argumento excesivamente simplista. Hay muchos ejemplos en el mundo: en Estados Unidos vemos que Nueva York, Chicago, Los Ángeles o Houston tienen más renta per cápita que Washington; en Alemania encontramos que Colonia, Frankfurt, Munich, Hamburgo o Stuttgart son ciudades más prósperas que Berlín o, en su momento, Bonn. En nuestro caso, Madrid es la capital desde 1561 y, pese a las estructuras territoriales centralistas de antaño, su salto cualitativo y cuantitativo es posterior y coincide con el desarrollo de las autonomías".
Es cierto que el efecto capitalidad puede aumentar el PIB y el empleo debido a la presencia de un mayor número de empleados públicos, pero también es cierto que el peso del empleo público en Madrid está por debajo del observado en muchas otras regiones. Y es que, según el INE, las Administraciones ocupan al 21,7% de los trabajadores madrileños, frente al 28,5% de Extremadura, 24,7% de Andalucía, el 24,6% de Castilla y León, el 23,5% de Castilla-La Mancha, el 23,3% de País Vasco, el 22,7% de Aragón, el 22,6% de Canarias o el 22,4% de Navarra. El 21,7% madrileño empata con los datos de Asturias y se queda por encima del 21,1% de Galicia, el 20,6% de Cantabria, el 20,4% de Murcia y La Rioja, el 19,9% de Comunidad Valenciana, el 19,2% de Cataluña o el 19% de Baleares. (*)
¿Qué produce la economía de Madrid? De entrada, un 82,6% de su PIB regional es el sector servicios, que se complementa con una industria que supone el 10% del PIB autonómico. Según la ponencia, "el sector servicios incluye a la administración, pero también al comercio, el turismo, las telecomunicaciones, los servicios financieros… Es un ámbito intensivo en factor trabajo y que requiere una alta cualificación. Da empleo a 2,9 millones de personas, el 93% de todos los ocupados en la Comunidad".
Comercio y turismo
En el ámbito del sector servicios, el comercio es el subsector más potente: "Representa el 16,5% de nuestro PIB regional y da empleo al 27% de la población ocupada, unas 847.000 personas". Para potenciar el comercio, en 2012 se liberalizaron los horarios y los días de apertura, un importante precedente que, según destaca la ponencia, "contribuyó a detener la caída del consumo privado y, en consecuencia, ayudó a frenar la pérdida de empleo. Tanto es así que, desde el inicio de la crisis en 2008 hasta finales de 2016, el comercio ha perdido 96.216 puestos de trabajo en España (un 4,8% menos), pero en Madrid ha ganado 20.689 empleos (un 8,2% más)".
Los populares madrileños destacan que "la Ley de Dinamización de la Actividad Comercial también ha tenido un impacto directo en los hábitos de consumo de los madrileños. Según un estudio de la Consejería de Economía y Hacienda, 2 de cada 3 madrileños consideran que esa ley ha mejorado sus condiciones como consumidores; el 43,5% de la población madrileña ha modificado sus hábitos de compra tras la entrada en vigor de dicha norma; y el 56% de ellos declara haber realizado compras habituales en domingos y festivos, de los cuales casi la mitad (el 44%) asegura haberlo hecho en el pequeño comercio tradicional".
Además de los anteriores datos, la ponencia incluye la siguiente reflexión sobre la importancia de la libertad de comercio:
En un mundo globalizado y digitalizado, impedir la libertad de horarios comerciales a los empresarios reduciría sus posibilidades de competir con las grandes cadenas de distribución de todo el mundo que operan en un mercado abierto las 24 horas al día, los 365 días al año. Y lo que es peor, este tipo de medidas no solo limitarían la competencia, sino que dificultarían a nuestros empresarios la amortización de los costes fijos tales como los de los locales comerciales, instalaciones, energía, impuestos, etc.
Los partidos de la izquierda que se oponen a la libertad de horarios comerciales y que pretenden limitarla, obligando a los comercios de Madrid a cerrar muchos fines de semana y festivos, parten de una concepción reduccionista del comercio. Éste no es una dimensión fija y a medida que se implementan políticas de oferta, como el número de horas de apertura o la venta online, el comercio se incrementa, no solo por el incremento de gasto que realizan los consumidores, sino también porque añaden el gasto de los turistas, que encuentran más facilidades de compra.
Otro subsector del ámbito de los servicios que ha ganado peso en la Comunidad de Madrid es el turismo. En 2016, la Comunidad recibió 10 millones de visitas que aportaron 7.600 millones de euros. Según la ponencia, "el gasto por turista ha subido un 15%, alcanzando ya los 208 euros. Esto se compara favorablemente con los 140 euros de la media nacional, que aumentaron en promedio un 8%, la mitad que en Madrid".
Para potenciar el sector y mejorar la conectividad, los populares ponen encima de la mesa la posibilidad de conectar el Aeropuerto Adolfo Suárez con el centro de Madrid "a través de la Alta Velocidad". Sobre la adopción de una eventual tasa turística, los populares madrileños se muestran reacios: "estamos en contra de fijar impuestos o tasas que penalicen a los turistas. Al contrario que otros grupos políticos, que consideran el turismo un factor negativo y quieren gravarlo para impedir su desarrollo, nosotros somos partidarios de que nos visita el mayor número de personas posible, motivo por el que no impondremos tasas a ningún turismo".
Industria e I+D
El documento recuerda que "el sector industrial facturó 20.000 millones de euros en el año 2016, un 10,06% de nuestro PIB, y da empleo a 240.000 trabajadores, lo que representa un 8,2% del total de la población empleada en nuestra región. Además, la productividad de la industria madrileña es la más alta de España, y la región es líder en campos como la aeronáutica, la farmacia o las tecnologías de la información".
Dentro de la industria madrileña "destaca el subsector de manufacturas, que con el 75% del PIB industrial, ocupa al 83% del factor trabajo. Como se puede comprobar, este subsector es más intensivo en el factor trabajo que el resto de la industria, ya que su objeto es manipular materias primas para convertirlos en productos finales o para distribuirlos".
Pero la Comunidad de Madrid también es líder en inversión en Innovación y Desarrollo, con un 1,7% del PIB dedicado a I+D que se coloca por encima del 1,2% observado en toda España. Según la ponencia, la región alberga más de 300 organismos ligados al campo de la innovación, así como 50.000 empleos vinculados a esta actividad.
(*) Los datos sobre el peso del empleo público han sido tomados a partir del capítulo cuatro de Por qué soy liberal, el libro que he publicado recientemente en Ediciones Deusto (2017). La fuente original es el INE, que publica datos de contabilidad regional de manera regular e incluye en la llamada "Tabla 8" los datos de empleo por comunidad autónoma.