Mientras los barones autonómicos del PSOE reprochan a Madrid que bonifique al 99% el Impuesto de Sucesiones, cada vez son más las economías desarrolladas que se plantean eliminar el gravamen aplicado a las herencias. De hecho, no pocos países de la OCDE han dado el paso y han acabado con un tributo cada vez más cuestionado.
El economista Alan Cole, de la Tax Foundation, ha estudiado esta cuestión en profundidad y ha determinado que España sigue figurando entre los países que más impuestos cobra a las herencias. El tipo superior que puede llegar a abonarse es del 34%, un nivel que nos deja en el sexto puesto del ranking.
A la cabeza nos encontramos con Japón, que llega a cobrar un 55% de impuesto a las herencias. Completan el podio Corea del Sur y Francia, con un 50% y un 45%, mientras que Reino Unido y Estados Unidos empatan a continuación, con una fiscalidad que puede llegar a suponer el 40% de la herencia.
Por debajo de España estarían Irlanda (33%), Bélgica (30%), Alemania (30%), Chile (25%), Grecia (20%), Países Bajos (20%), Finlandia (19%), Dinamarca (15%), Islandia (10%) o Turquía (10%). Sucesiones sigue existiendo en Polonia, Suiza e Italia, pero estas tres jurisdicciones limitan su tipo máximo a niveles inferiores al 10% de la herencia (7% en Polonia y Suiza, 4% en Italia). La media de la OCDE sitúa el tipo máximo de Sucesiones en el entorno del 15%, la mitad que el 34% español.
Sin embargo, el Impuesto de Sucesiones ya ha sido eliminado o bonificado por completo en muchos de los países de la OCDE. Según explica Alan Cole, el 0% es ya una realidad en Luxemburgo, Serbia, Eslovenia, Australia, Austria, Canadá, Estonia, Israel, México, Nueva Zelanda, Noruega, Portugal, Eslovaquia, Suecia y Hungría.