La llegada de Snapchat a Wall Street ha sido todo un éxito. Tanto que, a pesar de no haber reportado nunca beneficios, ha sido valorada en casi 24.000 millones de dólares. Pero, sin duda, quien realmente ha salido beneficiado de este gran debut es su propietario, Evan Spiegel, un joven de 26 años que se ha convertido en uno de los multimillonarios más jóvenes del mundo.
Spiegel pasó varios años de su infancia en Pacific Palisades, una pequeña comunidad de Los Ángeles que, junto a Beverly Hills y Bel-Air,es una de las zonas más caras de Los Ángeles. Sus padres, ambos abogados y formados en la Ivi Legue, se separaron cuando estudiaba secundaria, según Business Insider. La familia ha viajado a Europa en varias ocasiones e incluso se han desplazado en helicóptero para hacer snowboar en Canadá.
El joven Spiegel estudió diseño de producto en la prestigiosa universidad de Stanford, donde conoció a sus dos socios y confundadores de Snapchat, Reggie Brown y Bobby Murphy. Los tres jóvenes eran miembros de la fraternidad Kappa Sigma y gracias a su empeño en "crear algo que mole" llegó Pikaboo, una red social en la que los mensajes se borraban pasados unos segundos y que fracasó. Sin embargo, Spiegel y sus amigos no se dieron por vencidos y trataron de mejorar su idea inicial creando, finalmente, Snapchat.
Años más tarde, Reggie Brown interpuso una demanda contra sus dos socios por una "salida forzosa" de la empresa y Snapchat le pagó 157 millones de dólares para zanjar el asunto. Poco a poco, la empresa empezó a crecer y (cómo no) Facebook puso su objetivo en ella. Sin embargo, Spiegel supo ver el potencial de su creación y rechazó la oferta de 3.000 millones de dólares.
El fundador de Snapchat ha vivido cómodamente toda su vida y, al contrario que otros ‘dueños y señores’ del mundo tecnológico, no es un apasionado de la informática. Ha ocupado portadas del panorama social, se interesa por la moda y está prometido con una de las modelos más importante del mundo, la australiana Miranda Kerr.
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Snapchat, que recientemente ha cambiado su nombre a Snap Inc., está formada por unos 1.800 trabajadores y, a diferencia de otras empresas de su categoría, no tiene una sede fija. Sus empleados están repartidos por varias casas, como una en Venice Beach. La seguridad de Spiegel cuesta casi 900.000 dólares y se desplaza en un Range Rover negro con conductor. Se estima que su fortuna ronda los 5.000 millones de dólares y en 2016 ganó 500.000 dólares de sueldo base más un bono de 1 millón de dólares.