El aire de la ciudad noruega ha empeorado durante los últimos meses y las autoridades quieren reducir la dependencia de los coches y promover el transporte limpio. Además, una bicicleta eléctrica permitirá llevar cargas más pesadas en las cestas y remolques, lo que disminuirá el uso del coche. Por ello, a partir del 1 de febrero, ofrecerá 1.200 dólares a todos aquellos residentes que compren una bicicleta eléctrica.
La ayuda cubrirá hasta un 25% del coste total de las bicicletas eléctricas, que pueden tener un coste de 2.500 a 6.500 dólares. Además, el gobierno noruego ha destinado 1.000 millones de dólares a mejorar y ampliar infraestructuras como nuevos caminos o más bicicletas eléctricas. Sin embargo, el aumento de bicicletas eléctricas reduciría el uso de algunas infraestructuras como el ‘ascensor de bicicletas’, que los ciclistas usan para subir calles muy empinadas, según Business Insider.
No obstante, esta ayuda no será para todos, al menos de momento, y de los más de 600.000 residentes que hay en Oslo, solo recibirán la ayuda entre 500 y 1.000 personas, según City Lab. Además, dado el elevado coste de las bicicletas eléctricas, la mayoría de los ciudadanos no podrán acceder a ella, por eso ha habido algunas protestas ante la medida.
El gobierno también ha prohibido la circulación de los coches diésel y, próximamente, establecerá nuevas medidas para prohibir la circulación de coches en la ciudad. Según las previsiones del gobierno noruego, las emisiones de gases que habrá en 2020 serán menos de la mitad de las que había en 1990.