El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha afirmado que la creencia de que los sindicatos están subvencionados es una"leyenda urbana" y ha defendido que, a su juicio, lo que ocurre es que son los afiliados a estas organizaciones los que "subvencionan" con sus cuotas el coste de las relaciones laborales de todos los trabajadores.
"En este país a los afiliados a los sindicatos se les pide que paguen con la cuota sindical la gestión de los derechos de todos los trabajadores y eso no puede ser", ha afirmado el que desde el pasado marzo es el líder de UGT a nivel nacional, quien considera que España, "lejos de lo que se pueda pensar, tiene una deuda con las organizaciones sindicales". Y ello porque son las que llevan a cabo la negociación colectiva y la concertación con el Gobierno, algo que, según ha dicho, "es común para todos los trabajadores" y, por ello, en su opinión, "no la pueden pagar" únicamente los afiliados sindicales como, a su juicio, ocurre ahora.
"Hay una leyenda urbana que dice que los sindicatos estamos subvencionados. Pues yo no voy a tardar mucho tiempo en demostrar que lo que está subvencionado es la actividad de relaciones laborales para el conjunto de los trabajadores. ¿Saben por quién está subvencionado? Por los afiliados a los sindicatos", ha defendido Álvarez durante su participación en Santander en Foro Ser Cantabria.
Como prueba, ha asegurado que de los 92 millones de euros que UGT cobra de cuota a sus algo más de 800.000 afiliados, unos 40 millones se destinan, según ha dicho, no a cubrir las demandas de los afiliados, sino al "bien común" de todos los trabajadores, que son aquellos aspectos de las relaciones laborales que son "colectivos" y que, en su opinión, no deben pagar sólo los afiliados al sindicato, sino que tienen que ser "a cargo del conjunto".
Álvarez considera que los sindicatos se han "equivocado" al permitir la idea de que estaban subvencionados "cuando en realidad lo que hacen es subvencionar". Por ello, el secretario general de UGT –que también ha negado que los cursos de formación hayan servido para financiar a los sindicatos– considera que sobre esta cuestión se debe de hacer "pedagogía".
"Queremos que nos paguen"
A preguntas de los asistentes, Álvarez se ha mostrado en contra de una ley de financiación para los sindicatos, algo que, según ha señalado, ya le explicó al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, cuando el líder naranja se mostró a favor de ello. "No queremos una ley de financiación del sindicato. Queremos que nos paguen nuestro trabajo. ¿Es tan difícil de entender?", ha dicho Pepe Álvarez. A su juicio, esto es "un elemento" que hay que situar en los próximos años. Según ha dicho, espera conseguir que UGT "tenga una cuenta de explotación específica para cada uno de los campos en los que trabaja".
Por otra parte, en su intervención, Álvarez ha afirmado que UGT todavía no es el sindicato que él quiere y ha abogado por hacerlo más transparente –se ha hecho un programa para ello que "va a llevar hasta el final"– y "más democrático", con "más participación de los delegados".
En este último sentido, ha anunciado que, al menos en el tiempo que siga siendo el líder de UGT –y espera que más allá–, si el sindicato "llega en algún momento" a un "acuerdo de entidad" con el Gobierno o con la patronal", "antes de firmarlo lo someterá a referéndum de sus delegados". Y ya de una forma más genérica sobre el futuro de UGT, ha afirmado que el sindicato que "tiene en la cabeza" es el que se está construyendo "entre todos" los que lo conforman "cada día".
Aunque sin aludir a ningún hecho concreto de forma explícita, el sucesor de Cándido Méndez ha afirmado que el sindicato viene "de un túnel complejo", en el que, aunque ha mantenido "mucha fuerza en las empresas" y sus delegados tienen "mucho prestigio", ha habido"muchos problemas desde el punto de vista de la sociedad".
En relación a los casos de presunta corrupción en los que se ha visto supuestamente salpicado el sindicato en los últimos tiempos, como los ERE o los cursos de formación –pero sin aludirlos directamente–, ha opinado que "nunca con tan poco se ha escrito tanto" y "se ha acusado tanto". Pese a ello, ha mantenido que en UGT "no pueden echar la culpa a los demás" porque "alguna responsabilidad" tiene. "Tenemos que ser capaces de entender que una organización como la nuestra ni siquiera se pueda permitir el lujo de que eso vaya en esa dirección", ha zanjado.