
El sector de los cigarrillos electrónicos en España continúa en la senda de la recuperación, tras la fuerte caída registrada en 2014, y durante el pasado ejercicio facturó 55 millones de euros, un 13% más que el año anterior. En un comunicado conjunto, la Asociación Nacional del Cigarrillo Electrónico (ANCE) y la Unión de Promotores y Empresarios del Vapor (UPEV) precisan que estos resultados han sido mejores de lo previsto inicialmente para 2016, pese a que siguen lejos de los resultados de 2013, cuando el sector vivió un "boom".
El número de vapeadores -como se conoce a los usuarios habituales de este tipo de dispositivos- ascendió a 350.000 en 2016, de acuerdo con ambas patronales, que por primera vez publican juntos sus datos sectoriales. El número de establecimientos especializados en España se situó en torno a los 350, casi medio centenar más que a cierre de 2015, pero también a mucha distancia de los cerca de 3.000 puntos de venta que llegaron a abrir en todo el país en 2013.
El presidente de la UPEV, Arturo Ribes, ha destacado que la mayoría de los consumidores de cigarrillos electrónicos ya están "fidelizados" y han dejado de comprar tabaco tradicional. Las dos patronales -que aglutinan al 95 % de los operadores, según sus propios datos- han precisado que el sector ya emplea a unas 2.500 personas. De cara a 2017, esperan continuar con el "actual ritmo de crecimiento moderado", próximo al 10% en facturación y número de usuarios, mientras que prevén "una estabilización" en el número de tiendas especializadas.