El presidente de EEUU, Donald Trump, cumplió este lunes una de sus promesas de campaña y firmó una orden para retirar al país del acuerdo TPP, pieza clave del legado comercial y en Asia-Pacífico de su antecesor, Barack Obama, junto a otras dos contra el aborto y para congelar la contratación de funcionarios.
Había mucha expectación sobre las órdenes ejecutivas que iba a presentar Trump al inicio de su primera semana completa como presidente, y después de que el mismo viernes, el día de su investidura, el magnate firmase una para comenzar a desmantelar la reforma sanitaria de Obama.
"Hemos estado hablando sobre esto durante mucho tiempo", dijo Trump tras firmar la orden que notifica la salida de EEUU del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), ante la presencia del vicepresidente Mike Pence; su jefe de gabinete, Reince Priebus; y dos de sus asesores más cercanos, Steve Bannon y su yerno Jared Kushner. La retirada del país del TPP es "una gran cosa para los trabajadores estadounidenses", enfatizó Trump desde el Despacho Oval.
Poco después de ganar las elecciones del pasado 8 de noviembre, Trump anticipó en un vídeo que una de sus primeras acciones, tras ser investido presidente el 20 de enero, sería emitir una "notificación de intención" para retirar al país del TPP, acuerdo del que advirtió durante su campaña que sería "un desastre potencial" para EEUU.
El TPP fue negociado por el Gobierno del expresidente Obama, que hizo de ese acuerdo una de sus prioridades en materia comercial y dentro de su estrategia para profundizar los lazos con la región de Asia-Pacífico. Durante la campaña electoral, tanto Trump como su rival demócrata por la Presidencia, Hillary Clinton, mostraron su rechazo al TPP, que nunca fue ratificado por el Congreso estadounidense debido a la oposición de muchos legisladores, fundamentalmente progresistas.
Tras el acto en el Despacho Oval, el influyente senador republicano y excandidato presidencial John McCain emitió un comunicado en el que denuncia que la decisión de salir del TPP es "un error grave" con "consecuencias duraderas para la economía estadounidense" y la "posición estratégica" del país en Asia-Pacífico. El TPP, cuya negociación llevó más de seis años y fue firmado a comienzos de 2016 por Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam, está en proceso de ratificación en los parlamentos de los países miembros para su entrada en vigor. Pese a la promesa de Trump de sacar a EEUU del pacto, algunos de sus miembros han señalado su disposición a continuar con él.
Además de la relativa al TPP, Trump firmó una orden que congela las contrataciones de funcionarios del Gobierno federal, exceptuando los de las Fuerzas Armadas, en la línea con su promesa de campaña de adelgazar el tamaño de la Administración.
Algunos medios habían anticipado que Trump también iba a firmar otra orden para iniciar la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o, según sus siglas en inglés, NAFTA), firmado con Canadá y México hace 20 años, pero no se produjo. No obstante, en un acto en la Casa Blanca este domingo, el presidente confirmó su intención de iniciar en breve la renegociación del TLCAN con el mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto, al que recibirá el 31 de enero, y con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, con quien también prevé reunirse pronto.
Menos impuestos y regulaciones
Por otro lado, Trump también prometió fuertes recortes de impuestos para las empresas y la clase media, además de eliminar regulaciones y promover un comercio "justo" con los demás países. Trump comenzó su primer día de trabajo "real" en la Casa Blanca tras ser investido presidente el pasado viernes con una reunión con líderes empresariales en el salón Roosevelt, entre ellos ejecutivos de empresas como Lockheed Martin, Ford y Tesla.
"Vamos a recortar impuestos fuertemente tanto para la clase media como para las empresas", dijo Trump en declaraciones a los periodistas. Según Trump, esos impuestos bajarán hasta un rango de entre el 15 y 20%, frente al 35%, "o probablemente más, 38%" actual. "Creemos que podemos reducir las regulaciones un 75%, tal vez más", sostuvo el presidente.
Trump argumentó que el "problema" con las regulaciones actuales es que "no puedes hacer nada", al citar en concreto el caso de las protecciones medioambientales, y agregó que el asunto "está fuera de control". El mandatario lanzó una advertencia a las empresas que estén pensando en localizar su producción fuera de EEUU: "Vamos a imponer un impuesto fronterizo muy fuerte sobre el producto cuando llegue, lo cual creo que es justo".
Trump dijo que actualmente no hay libre comercio, ya que, a su juicio, EEUU es el único que facilita la entrada a productos extranjeros, mientras que "si quieres vender algo a China y otros países, es muy, muy difícil". "Así que no llamo a eso libre comercio. Lo que queremos es comercio justo, comercio justo", enfatizó el presidente.