El precio mayorista de la electricidad de este viernes se situará en una media de 88 euros por megavatio hora (MWh), con lo que marca nuevos máximos desde diciembre de 2013, cuando el Gobierno decidió anular el anterior sistema de subasta eléctrica trimestral para sustituirla por la actual tarifa por horas.
Sin embargo, el mercado mayorista, es decir, lo que cuesta producir la electricidad, tan sólo representa una parte de la factura. En concreto, el precio mayorista de la electricidad, conocido como pool, tiene un peso cercano al 35% sobre el recibo final, mientras que alrededor del 40% corresponde a los peajes (donde se incluyen primas a las renovables, subvenciones o el pago del déficit de tarifa, entre otros costes ajenos al sistema) y cerca del 25% restante al IVA y al Impuesto de Electricidad. Es decir, el 65% del recibo de la luz son costes políticos (en el siguiente gráfico se detallan las principales partidas).
De este modo, Endesa, por ejemplo, cifra en unos dos euros más al mes el sobrecoste que tendrán los usuarios en el recibo medio de la luz por el encarecimiento que ha experimentado la energía en los últimos días por la confluencia de una serie de factores coyunturales,tales como la ola de frío (más demanda), el parón de las centrales nucleares francesas o la menor producción de hidráulica y eólica por la escasez de agua y viento, más barata que la térmica y la de gas.
Además, es muy probable que esta subida no se mantenga en el tiempo, ya que la luz podría bajar en los próximos meses, cuando las energías eólica e hidráulica operen a mayor escala y las nucleares francesas vuelvan a funcionar a pleno rendimiento. Así pues, fuentes de Endesa consultadas por Europa Press abogaron por rebajar el nivel de alarma social que se ha creado sobre esta cuestión, que deriva de una situación coyuntural que muy previsiblemente cambie a corto plazo. Lejos de restar importancia al encarecimiento del precio de la energía de las últimas semanas, la compañía que preside Borja Prado cree que hay que situar el debate en sus justos términos.
En este sentido, recuerda que esta subida afecta a menos de la mitad de los clientes domésticos españoles, que son los que siguen acogidos al Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC). Además, los consumidores domésticos sólo se verían afectados en el 35% de su factura, dado que el 65% de la misma viene marcado por los peajes, que recogen los costes regulados. De este modo, si estas extraordinarias condiciones de mercado se mantuvieran durante un mes, el sobrecoste en una factura media sería de unos dos euros (cuatro como máximo).
Por ello, desde Endesa consideran que el mercado libre es una garantía frente a los riesgos de circunstancias coyunturales como la actual. "A la larga, el mercado libre siempre es más barato", han incidido.
Más intervención por parte del Gobierno
Pese a todo, el Gobierno no ha dudado en reaccionar con nuevas medidas para intervenir aún más el sector eléctrico, después de que el ministro de Energía, Álvaro Nadal, anunciara el miércoles que la luz podría subir hasta 100 euros al año si se mantuvieran las condiciones actuales durante los próximos meses –pese a que lo más probable es que no sea así–.
Entre las medidas adoptadas que acordó el jueves la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, destaca la de obligar a las grandes compañías gasistas –"operadores dominantes", en palabras de Nadal– a presentar ofertas por un volumen determinado de gas en Mibgas para conseguir precios más competitivos. El Ministerio ha pedido a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que elabore una metodología para poder aplicar esta decisión y fijar las condiciones en las que los operadores deberán ofertar el gas.
Asimismo, el Ejecutivo ha decidido poner en marcha la figura del creador de mercado para conseguir que haya más oferta y aumente la competencia en Mibgas, papel que desempeñará un operador comercial que ya ha sido seleccionado mediante concurso. Nadal ha explicado que los altos precios del gas afectan al comportamiento del mercado eléctrico mayorista –que determina algo menos de la mitad de la tarifa regulada– porque en este momento el precio en el pool lo marcan las centrales de ciclo combinado. Por eso, si el precio del gas baja, el coste de producir electricidad con este combustible también lo hará.
Sin embargo, fuentes del sector gasista han asegurado a Efe que las medidas anunciadas por el Gobierno difícilmente harán bajar automáticamente los precios porque estos dependen, en gran medida, de los mercados internacionales. Estas fuentes entienden que la situación actual de escalada del precio de la electricidad es "coyuntural" y que solo se arreglará si vuelven a jugar un rol importante las energías asociadas al viento y al agua.
El alarmismo de la oposición
Entretanto, en el Congreso, todos los grupos de la oposición han exigido al ministro de Energía que acuda a la Cámara Baja urgentemente para explicar la situación. La portavoz de Energía del PSOE, Pilar Lucio, ha reclamado al ministro "encarecidamente" que ofrezca soluciones. El Grupo Socialista ha elaborado una proposición no de Ley para instar al Ejecutivo a realizar una auditoría de los costes incluidos en la tarifa eléctrica.
Podemos ha exigido al Gobierno medidas para asegurar que la situación de oligopolio de las eléctricas y sus "abusos" se terminen. De hecho, el portavoz adjunto de la formación morada, Alberto Garzón, propuso incluso que se nacionalicen las eléctricas.
Por su parte, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha criticado la "política de parches" del PP y del anterior Ejecutivo socialista en materia energética y ha reclamado un plan de "futuro". El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, ha asegurado que el Gobierno velará por que "en ningún caso" se produzca "abuso alguno" de los consumidores.