España experimentó un ejercicio histórico en materia laboral en 2016, tras presentar el mayor descenso del paro desde que existen registros y el mayor crecimiento del empleo de la última década. A continuación, se exponen algunos de los datos e indicadores clave que refleja la reciente evolución del mercado de trabajo.
Las afiliaciones a la Seguridad Social del mes de diciembre mantienen su tasa de crecimiento de los últimos meses, con apenas una ligera ralentización. Los datos corregidos de estacionalidad, que permiten la comparación a lo largo del tiempo de forma homogénea, muestran un crecimiento de 35.000 nuevos afiliados, un ritmo similar al de los últimos meses, que fue de 39.000 si se excluye el atípico mes octubre.
El crecimiento del empleo se concentra, como es habitual, en los servicios, que aportan cuatro de cada cinco nuevos afiliados netos, siendo muy inferior la contribución del sector primario, industria y construcción.
A su vez, dentro del sector servicios las actividades vinculadas con el consumo, como la hostelería y el comercio, siguen siendo los principales contribuidores a la creación de empleo, en lo que puede definirse con un círculo virtuoso donde el trabajo y el consumo de las familias se retroalimentan.
Por el contrario, las contrataciones vinculadas al sector público -sanidad, educación o administración- mantienen cierta tendencia de desaceleración tras el extraordinario mes registrado en octubre, mientras que el empleo relacionado con las actividades profesionales -como abogados, contables o ingenieros- y las telecomunicaciones también ofrecen señales de desaceleración, aunque en este caso con un impacto inferior en el mercado de trabajo.
En el conjunto del cuarto trimestre, el repunte laboral de octubre permite que el crecimiento sea incluso ligeramente superior al del tercero, con una tasa del 0,83%, que, en caso de confirmarse, más que doblaría el promedio histórico desde 1982 (0,37%).
En definitiva, el empleo mantiene un sólido crecimiento y cierra 2016 con cerca de 18 millones de afiliados, cota que podría superar el próximo mayo de mantenerse la actual tendencia, recuperando así el nivel existente en agosto de 2009.
Por otro lado, el avance laboral apunta a que el ritmo de crecimiento del PIB se mantiene e incluso repunta ligeramente en el último trimestre del año. La buena marcha del empleo coincide, además, con los positivos indicadores PMI de las manufacturas -cuyo dato de diciembre indica una mayor expansión de la actividad- y los servicios, que avanzan un crecimiento del PIB del 0,8% en el pasado trimestre. Así pues, se mantiene la previsión de que España crecerá un 3,3% en 2016.
El Banco de España sitúa el crecimiento el PIB en el cuarto trimestre algo por debajo (0,7%), pero, décima arriba o abajo, lo cierto es que 2016 acabará con un crecimiento superior al previsto en el inicio del año, cuando el consenso del Panel de Funcas o el propio Banco de España estimaban un 2,7%.
El paro cae a tasas récord
En cuanto al paro, se mantiene la tendencia de continua reducción que se inició en 2013. En diciembre, el dato corregido de estacionalidad se sitúa en 3,7 millones de desempleados, con una caída del 0,9% mensual, recuperando, tras el peor dato de noviembre, el ritmo de descenso de la segunda mitad del año.
Por sectores, en términos absolutos, el desempleo desciende sobre todo entre antiguos trabajadores en los servicios, con 206.000 parados durante 2016, si bien, proporcionalmente, el descenso en la construcción es superior, con una reducción del 17%.
El descenso del paro en la construcción (-75.000 en 2016) es, a su vez, superior a la creación de empleo en ese sector (+33.000), señal de que el sector servicios está funcionando como reciclaje o vía de escape para una parte de los antiguos trabajadores del ladrillo.
Si se amplía un poco la perspectiva, destaca la peor evolución del paro en el sector primario, cuyo descenso acumulado es del 8% desde 2012, una tercera parte del descenso total del paro.
Por último, si se observa la serie trimestral (la mensual es algo volátil), el desempleo baja a un ritmo del 2,5%, similar al registrado en el tercer trimestre. Estos dos últimos trimestres son, junto al descenso del segundo de 2015, los máximos de la serie histórica desde 2007.