A Cristina Fernández de Kirchner la han procesado y le han impuesto una fianza de 660 millones de dólares –unos 630 millones de euros al cambio en el momento en que escribo estas líneas–. La noticia nos da una idea de la fortuna que debe de haber amasado la lideresa peronista al tiempo que luchaba a brazo partido contra el capitalismo, las malvadas empresas y, en general, las políticas neoliberales allí donde estas tratasen de imponerse a costa del dolor del pueblo.
Sorprendentemente, de verdad que no me lo explico, la cruzada de la Kirchner por empoderar a su gente no ha sido tan rentable para los demás argentinos.
Insisto en que yo no lo entiendo, pero lo cierto es que es un patrón que se ha repetido con cierta frecuencia últimamente: los grandes líderes de la izquierda prometen empoderar a todo el mundo pero los que acaban empoderadísimos son ellos. Ahí tienen a Fidel Castro, cuya fortuna llegó a la Lista Forbes; o al propio Hugo Chávez, un modesto coronel del ejército que pese a sus humildes inicios supongo que fue el principal artífice del milmillonario patrimonio de su querida hija.
A otro nivel –pero no desesperemos, es cuestión de darle tiempo–, nuestro propio y coletudo caudillo chavista disfruta desde que se lanzó a la defensa de Los de Abajo de un considerable nivel de ingresos, que no sólo le permite una vida razonablemente acomodada, sino que incluso lo llevó a formar parte del 1% con más ingresos de España.
Por supuesto, no crean que a mí me produce un malestar especial ver que a esta buena gente su lucha contra el capital le reporta un crecimiento tan notable de su propio capital. Al contrario de lo que dicen ellos y sus defensores, yo sé que la economía no es un juego de suma cero y que su riqueza no tiene nada que ver con que yo mismo sea más o menos rico.
Eso sí, no hay que descartar que los que crucificaron a Rita Barberá por aquel gravísimo-caso-de-corrupción por el que ni siquiera había sido acusada formalmente quizá sí se sientan ligeramente decepcionados por estos líderes de izquierdas que, oh paradoja, sí les están quitando a Los de Abajo miles de millones a través de tramas de corrupción y delincuencia que dejan a la Gürtel al nivel de los scouts de mi pueblo.
Sí, seguro que lo de Kirchner va a ser la gota que colmará el vaso y en cuestión de días la extrema izquierda anticapitalista va a renegar de todos estos falsos ídolos que se han forrado a costa de sus pueblos.
O no.