Hacer llegar los envíos a los clientes a través de un dron ya es una realidad. Y como no podía ser de otra manera, el gigante del comercio electrónico, Amazon, ha sido el encargado de completar el primer envío autónomo real del mundo.
Richard, un cliente que reside en Reino Unido, recibió su pedido tan solo 13 minutos después de realizarlo. El proyecto Prime Air comenzó hace tres años y, desde entonces, se han estado haciendo pruebas con este tipo de envíos. Todo hace indicar que queda muy poco para ver drones por el aire repartiendo pedidos en pocos minutos. Jeff Bezos, CEO de Amazon, publicó, a través de su cuenta de Twitter, el nuevo logro de la compañía.
First-ever #AmazonPrimeAir customer delivery is in the books. 13 min—click to delivery. Check out the video: https://t.co/Xl8HiQMA1S pic.twitter.com/5HGsmHvPlE
— Jeff Bezos (@JeffBezos) December 14, 2016
Sin embargo, los envíos con drones aún tienen muchos obstáculos que superar, ya que es necesario que se cumplan determinadas condiciones. El envío no debe superar los 2,2 kilos, por ser un avión no tripulado, y sólo se podrán realizar envíos con tiempo favorable y a la luz del día. Además, los clientes con los que Amazon está probando este tipo de envíos tienen una zona amplia de jardín en la que el dron puede aterrizar sin problemas.
El dron, previamente programado con las coordenadas del envío, inicia su trayecto desde uno de los centros de logística de Amazon y se guía a través de un GPS. Una vez entregado el paquete, emprende la vuelta hasta el centro de logística. Los envíos se pueden realizar cualquier día de la semana y sin coste adicional. La compañía ha publicado el vídeo de la entrega en el que se puede ver cómo el dron aterriza en una pequeña plataforma que el cliente tiene colocada en su patio.
Todo hace indicar que uno de los principales problemas a los que tendrá que hacer frente la compañía será la necesidad de disponer de espacios amplios para que el dron pueda aterrizar sin problemas. Esto, unido a la regulación de drones, inexistente en muchos países, hace algo más complicada la llegada de estos pequeños aviones sin pilotar a las redes comerciales habituales en el corto plazo.