Fundada en los años 70, la Heritage Foundation se ha convertido con el paso de los años en el think tank más influyente de la derecha estadounidense. El nuevo presidente del país del Tío Sam, Donald Trump, es consciente de ello y ha indicado a sus más estrechos colaboradores que hagan de Heritage un centro clave a la hora de diseñar su futura Administración.
Medios afines y hostiles al magnate explican que Trump es consciente de que su figura genera dudas entre las bases republicanas, por lo que su acercamiento a Heritage se entiende como una apuesta por acercar posturas y preparar un gobierno que responda a las prioridades de la derecha norteamericana.
La Fundación en cuestión resultará familiar a los lectores de Libre Mercado por el Índice de Libertad Económica, una publicación de referencia que mide cada año el grado de apertura o intervencionismo de las distintas economías del mundo. Heritage también resultará familiar a quienes recuerden o hayan estudiado la Era Reagan, ya que el think tank publicó en 1981 un manifiesto del que el presidente republicano terminó sacando muchas de sus medidas estrella.
Al frente de Heritage está Jim DeMint, que dejó el Senado de Estados Unidos para liderar esta fundación. El Wall Street Journal ha explicado que DeMint ha logrado que Heritage se convierta "en el gobierno en la sombra de Trump". Algo similar apunta Politico, que habla del antaño senador como una figura clave a la hora de diseñar el nuevo gabinete.
El equipo de transición que está preparando la llegada de Trump a la Casa Blanca cuenta, por ejemplo, con la ayuda de Ed Feulner, que no sólo fue uno de los fundadores de Heritage sino que también fue su presidente durante décadas. Según el WSJ, Feulner está centrado en ayudar a Trump a la hora de hacer los nombramientos de altos cargos de la nueva Administración.
Nombramientos de confianza
Pero hay muchos más nombres de Heritage en el gobierno en la sombra del Presidente. Un buen ejemplo es el de Elaine Chao, que fue parte del gobierno de George W. Bush y recaló después en la Heritage Foundation. Ahora, Chao ha sido confirmada como la futura Secretaria de Transporte del gobierno de EEUU.
Fuentes consultadas por Libre Mercado apuntan que Heritage no solamente lidera el proceso de selección de altos cargos, sino que también está jugando un papel a la hora de reclutar a técnicos de nivel medio que igualmente están llamados a jugar un papel relevante en el día a día del próximo gobierno Trump. La CNN apunta en la misma dirección y ha identificado al menos once nombramientos de empleados de Heritage que ahora van a entrar en la Administración del magnate.
¿Y qué ocurre con los demás think tanks de la derecha?
El American Enterprise Institute no está teniendo la misma relevancia que Heritage. Su cabeza visible, Arthur Brooks, es uno de los intelectuales liberal-conservadores más influyentes de Estados Unidos. Durante la campaña, Brooks se opuso vehementemente a la candidatura de Trump. Ahora, el magnate no parece contar con el AEI entre sus grupos de referencia.
Por su parte, aunque el Instituto Cato juega un rol más independiente en la batalla de las ideas, la impronta de la organización liberal-libertaria también debe ser considerada a la hora de analizar el proceso de formación del gobierno Trump. En este sentido, conviene recordar que John Allison, ex director del think tank, se ha reunido con el equipo de Trump de cara a evaluar los retos económicos, financieros y monetarios de la próxima legislatura.