Eurostat ha publicado su serie de tablas fiscales para 2015, con los datos definitivos de recaudación tributaria en los 28 países miembros de la Unión. De este documento se deduce que la presión fiscal en la UE ha subido del 38,7% al 40% del PIB a lo largo de los diez últimos años. Si restringimos el estudio a la Eurozona, encontramos también un aumento de la presión fiscal, que pasa del 39,5% en 2005 al 41,4% en 2015.
Hay importantes diferencia en los sistemas impositivos de los distintos países del Viejo Continente. A la cabeza nos encontramos con los tres infiernos fiscales de la Unión Europea: Francia, Dinamarca y Bélgica. El país galo recauda cada año el equivalente al 47,9% del PIB. Un poco más baja es la presión fiscal en Dinamarca: 47,6% del PIB. El podio lo completa Bélgica, con una recaudación que equivale al 47,5% del Producto Interior Bruto.
Suecia, que antaño era uno de los países líderes en recaudación fiscal, ocupa un puesto intermedio. Si en 2005 mantenía un modelo tributario capaz de recaudar el 47,5% del PIB, en 2015 veíamos que su presión fiscal había caído hasta el 44,2% del PIB. Este porcentaje sitúa al país nórdico ligeramente por delante del 43,5% del PIB registrado en Italia.
En Alemania nos topamos con niveles de recaudación equivalentes al 40% del PIB, lo que supone un aumento de 1,5 puntos frente al 38,5% del PIB que midió Eurostat en 2005. También crece la presión fiscal en los Países Bajos, que han pasado de unos ingresos del 36,1% del PIB hace una década a una recaudación equivalente al 38,2% del PIB durante el pasado año.
Donde se observa un modelo de notable estabilidad es en Reino Unido. Hace diez años, con un gobierno laborista, las islas británicas tenían una presión fiscal del 34,6% del PIB. Hace cinco años, aún con Gordon Brown como premier, la recaudación llegaba al 35,2% del PIB. Ahora, en 2015, Eurostat apunta unos ingresos fiscales del 34,9% del PIB.
España sufrió una caída de ingresos muy notable tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Si en 2005 teníamos unos ingresos equivalentes al 35,9% del PIB, en 2010 habían caído hasta el 32,1% del PIB. No obstante, los últimos datos de Eurostat apuntan que la recaudación fiscal de España en 2015 fue del 34,6% del PIB, un aumento de 2,5 puntos frente a los peores momentos de la crisis.
Irlanda, nuevo referente
Pero de toda la base estadística de Eurostat, el caso más llamativo es el de Irlanda. Libre Mercado ya explicó que el Tigre Celta aumentó su PIB de manera espectacular en 2015, con un salto del 26% que no tiene parangón en la historia reciente. Esto se ha traducido en un descenso del peso de los impuestos sobre el PIB, que en 2015 supusieron apenas el 24,4% del PIB.
Evidentemente, el aumento del PIB experimentado en 2015 se explica porque Irlanda se anotó la llegada de importantes multinacionales, cuya cifra de negocio ha disparado el tamaño de la economía de la isla. En cualquier caso, incluso si nos vamos a los datos de 2014 podemos ver que Irlanda está consolidando un exitoso modelo de impuestos bajos, ya que la presión fiscal de dicho ejercicio fue del 29,9% del PIB, también claramente por debajo de la media europea, que alcanzó el 40% del PIB durante el año 2014.
De hecho, Irlanda supera ya a Suiza en lo tocante a impuestos bajos. Durante los diez últimos años, la presión fiscal ha caído en el Tigre Celta del 31,3% al 24,4% del PIB, pero en el caso de la república helvética ha crecido del 26,7% al 28,1% del PIB.