Banco Popular ganó 94 millones de euros, entre enero y septiembre, un 66% menos que los 278 millones conseguidos en el mismo periodo del año anterior, tras destinar a provisiones los beneficios del segundo y tercer trimestre. Para presentar sus cuentas, el banco ha separado por segundo trimestre consecutivo el negocio inmobiliario y asociado -que le reportó unas pérdidas de 723 millones de euros- de su actividad principal, con la que obtuvo un beneficio de 817 millones.
El consejero delegado del Banco Popular, Pedro Larena, ha confirmado este viernes que la entidad, tras destinar este año a provisiones unos 4.440 millones de euros, cerrará 2016 con pérdidas, un hecho pese al que, según ha dicho, la entidad "mantendrá su independencia". Larena se ha expresado así durante la rueda de prensa de presentación de los resultados trimestrales de la entidad, en la que ha asegurado que a cierre de año, Popular "dará pérdidas", que no obstante se verán compensadas por la ampliación de capital llevada a cabo antes de verano, por valor de 2.500 millones de euros.
Preguntado por si las pérdidas que calcula Popular al cierre de año alcanzarán unos 2.000 millones, Larena ha dicho que el cuarto trimestre aún "está en plena cocina", y que no podía anticipar cifras. Pese a las previsiones, Larena ha precisado que los principales accionistas están de acuerdo con el Plan de Negocio puesto en marcha por el banco hasta 2018.
Igualmente, el consejero delegado ha considerado que Popular mantendrá su independencia, ya que su negocio estratégico "es muy solido". "No analizamos fusiones. Si lo hacemos dentro de unos años, lo haremos con perfil de liderazgo", ha dicho Larena, que ha destacado que la entidad pese a la crisis nunca ha recibido ayudas públicas y ha salido adelante con su propio impulso. "Somos un bancazo", ha resaltado Larena en la que ha sido su primera rueda de prensa como "número dos" del Popular.
Negociación del ERE
Larena también ha anunciado que las negociaciones con los sindicatos por el plan de ajuste de personal que dejará fuera a unas 2.600 personas "terminará, posiblemente, la semana que viene"."Se está hablando, los sindicatos están cumpliendo su función y nosotros estamos haciendo lo posible para acercar posiciones", ha comentado Larena.
Este recorte de personal, unido al cierre de 302 oficinas se engloba dentro del "cambio radical de la cultura de trabajo y del tipo de tareas que realizan las sucursales", ha dicho Larena. El plan de ajuste de personal incluirá a unos 2.600 trabajadores del banco y se realizará a través de "prejubilaciones, bajas incentivadas y excedencias de trabajo voluntarias".
También se procederá a un periodo inicial de adscripciones voluntarias. A través de las prejubilaciones, Popular espera reducir en 1.900 su número de empleados; 1.700 de ellos mayores de 59 años, y unos 200 con edades comprendidas entre 55 y 58 años. Otros despidos se realizarán en oficinas (1.613 empleados); en centros regionales y territoriales (575); y en sucursales, donde saldrán 404 trabajadores.
El consejero delegado del Popular ha comentado que el número de despidos no se reducirá ya que, por parte del banco, se ha hecho "todo lo que se podía hacer", y las condiciones que se les ha ofrecido son "razonables y generosas". En su opinión, "el banco está haciendo todo lo posible en beneficio de los empleados que van a dejar el banco, y no piensa en fastidiar".
Además del despido de estos 2.600 empleados, Popular acometerá un proceso de optimización de la red comercial que se traducirá en el cierre de 302 oficinas en el último trimestre del año. Según los datos ofrecidos por la entidad, Popular también reducirá los días de apertura en las sucursales de las poblaciones pequeñas. Los criterios que seguirá el banco para el cierre de las oficinas será "su rentabilidad, su potencial y su proximidad geográfica", para liberarlas de "trabajo operativo que no genera valor añadido para nadie".
Sociedad inmobiliaria
Por último, la entidad prevé que en el primer trimestre del año la entidad tendrá cerrada la estructura de su sociedad inmobiliaria a la que prevé traspasar unos 6.000 millones en activos improductivos. Todavía "no hay nada cerrado", "estamos fijando la estructura de la sociedad", que "está en marcha y avanza a buen ritmo", ha dicho Larena.
En su intervención, ha recordado que la creación de dicha sociedad se enmarca dentro del nuevo Plan de Negocio, con el que el banco prevé librarse de 15.000 millones en activos improductivos antes de 2018. Una de las fórmulas que estudia el banco para deshacerse de dichos activos es la creación de esta sociedad inmobiliaria, a la que podría incorporar Aliseda, que gestiona los inmuebles de la entidad.
"Aliseda se plantea para que pueda formar parte de ella, y aunque no es imprescindible, la hace más apetecible", ha dicho Larena, que ha confirmado que la citada sociedad inmobiliaria podría salir a bolsa, y ello con el objetivo de dar liquidez al accionista, que tendrá una participación en ella "sin desembolsar dinero" y en relación con la acciones que tenga.