Las comunidades de Andalucía, Canarias y Extremadura tienen, y con una gran diferencia sobre el resto, las tasas de desempleo más altas en España, según los datos de la última EPA -Encuesta de Población Activa que publica el INE- del segundo trimestre de 2016.
Existe cierta relación entre desempleo y situación geográfica: en el noreste se configura un área de comunidades alrededor del País Vasco que obtienen, junto a las Baleares, las menores tasas de paro. Por el contrario, las comunidades del sur-incluyendo a Valencia y excluyendo a Murcia, y que en el siguiente mapa se define con los colores naranja y rojo- sufren las mayores tasas de paro.
La evolución del paro por comunidades autónomas ha sido diferente según el ciclo económico. En la etapa de crecimiento de los primeros años de la década pasada, se produjo cierta convergencia, reduciéndose más el paro en aquellas regiones con una mayor tasa de desempleo que en las de menos -Extremadura y Andalucía, por ejemplo, lo redujeron en un promedio de 7 puntos porcentuales, mientas que el promedio nacional lo hizo en algo menos de 3-. En aquella fase expansiva La Rioja pasó a ser la región con menor paro, sustituyendo a Navarra, que mantuvo su tasa de paro en el 5,2% desde 2002 a 2007.
En la fase de crisis de 2007 a 2013, no sólo se produce un incremento de la tasa de paro, que crece en 12,4 puntos, pasando del 7,5% al 24,9%, sino que se amplía el diferencial entre las comunidades. En concreto, son las regiones del sur, con un incremento de 23 puntos porcentuales en su tasa de paro, las que fueron más golpeadas por la crisis, con la particularidad de que tanto Canarias como Castilla-La Mancha apenas habían reducido sus índices -menos que la mitad que el promedio nacional- en la anterior fase de crecimiento.
En el lado positivo, destaca especialmente el País Vasco, que se situó como la comunidad autónoma con una menor tasa de paro, favorecido eso sí por un descenso de la población activa -caída del 1,8% versus crecimiento en España del 3,8%-.
Finalmente, en los últimos años de recuperación, vuelve a producirse no sólo una caída de la tasa de paro, que ha pasado del 24,9% al 14,7%, sino cierta convergencia, reduciéndose el diferencial entre las comunidades con más y menos paro.
Entre las regiones que menos han reducido su desempleo se encuentra Madrid. En este cálculo hay dos factores que han evolucionado en esta región menos positivamente que en el resto: en el numerador, el paro entre personas que buscaban su primer empleo o con más de un año sin trabajo desciende apenas un 4% en comparación con un 21,2% a nivel nacional, mientras que en el denominador la reducción de la población activa es menor (0,3% y 1,4%, respectivamente). Ambos factores pueden estar relacionados, dado que se pueden explicar en parte por la población que se incorpora al mercado laboral desde los estudios o la inactividad laboral.
El nivel de formación es un factor clave
Si se compara nivel medio de formación alcanzado y desempleo, aquellas comunidades con una mayor proporción de población activa con formación universitaria y menor con estudios básicos tienen, por lo general, una menor tasa de paro, confirmando así lo clave que es la formación para reducir el desempleo.
Las excepciones son Asturias, cuya tasa de paro es "excesivamente" alta", y Baleares, donde es "excesivamente" baja. Ambas comunidades tienen alguna particularidad. En el primer caso, la tasa de paro entre su población con formación universitaria con respecto de la española es relativamente más elevada. Puede existir un desacoplamiento entre las carreras que se estudian y la oferta laboral o un exceso de cualificación.
En el caso balear, por el contrario, el paro de la población con la primera etapa de estudios secundarios finalizada es relativamente más baja respecto de la del total de su población. Es decir, existe una menor proporción de población desempleada con el primer ciclo de la ESO.
En definitiva, el patrón entre las comunidades más ricas del norte y menos del sur se cumple si se analiza la tasa de paro. A su vez, no sólo la tasa de paro, sino su diferencial entre regiones con mayor y menor desempleo se reduce en los años de crecimiento económico y se incrementa en los periodos de recesión. Por último, la educación es un aspecto relevante a la hora considerar la gravedad del problema del paro por regiones.