Telefónica ha decidido suspender la salida a bolsa de su filial de infraestructuras Telxius, que estaba previsto tuviera lugar la próxima semana, debido a la baja valoración que las órdenes de compra recibidas otorgaban a la compañía.
"Telefónica, de común acuerdo con las entidades coordinadoras globales, ha decidido desistir de la mencionada oferta, por no considerar adecuada la valoración de la compañía Telxius implícita en las órdenes de compra recibidas", ha señalado la compañía.
En un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la operadora confirma que pese a desistir de la OPV, "seguirá analizando alternativas estratégicas en relación a dicho activo".
Fuentes de Telxius han indicado a Europa Press que la valoración resultante de la prospección de demanda "no refleja el valor real" de la compañía, ni tampoco su "fuerte posición en los mercados en los que opera y su potencial de crecimiento y rentabilidad".
En su opinión, esta valoración se ha visto afectada por la situación de los mercados, así como por la menor familiaridad de los inversores con la parte de negocio de Telxius relacionado con las actividades de cable submarino.
La operadora ha intentando en los últimos días explicar a los potenciales inversores esta actividad, ya que no existe ninguna compañía cotizada con operaciones de cable submarino similar a Telxius, más que la relativa a las torres de telecomunicaciones, donde los inversores ya cuentan con la experiencia de empresas como Cellnex o la italiana Inwit.
Asimismo, las fuentes inciden en que Telxius seguirá desarrollando su plan de crecimiento con la aspiración de convertirse en "uno de los referentes en el sector de infraestructuras de telecomunicaciones".
Reducción de deuda
La salida a bolsa de Telxius era una de las medidas que Telefónica contemplaba para avanzar en su plan para reducir su deuda tras el bloqueo de la Comisión Europea (CE) a la venta de su filial británica O2 y alcanzar así los objetivos marcados para 2017.
Telefónica asegura que, pese a suspender la OPV, seguirá analizando "alternativas estratégicas" para Telxius, ya que necesita adoptar medidas para poder seguir con su proceso de desapalancamiento y lograr evitar además posibles rebajas de rating.
Otra de las opciones que tiene Telefónica sobre la mesa es la salida a Bolsa de una participación minoritaria de su filial británica O2, una operación en la que la compañía ya está trabajando y que podría tener lugar a finales de 2016 o principios de 2017.
Evolución de la OPV
La oferta de la filial de infraestructuras de Telefónica, dirigida a inversores institucionales, comenzó el martes de la semana pasada y estaba previsto que este jueves se fijara el precio definitivo de la salida a bolsa de sus acciones dentro de un rango de entre 12 y 15 euros, pero las órdenes de compra recibidas hasta el momento registraban un precio inferior a los 12 euros.
Según el calendario fijado, se esperaba que las acciones de Telxius comenzaran a cotizar en las bolsas de valores de Barcelona, Bilbao, Madrid y Valencia, así como en el Mercado Continuo de esas bolsas de valores, el próximo 3 de octubre de 2016.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aprobó la pasada semana el folleto de la OPV de Telxius que contemplaba la salida a Bolsa de un total de 90,9 millones de acciones, un 36,36% de la compañía, lo que le hubiera permitido captar entre 1.090 y 1.364 millones de euros si hubiera cumplido sus expectativas de demanda.
Este porcentaje de la oferta podría haberse ampliado hasta un máximo del 40% con la opción de compra (green shoe) de hasta el 10% de las acciones, equivalente a 9,09 millones acciones, representativas del 3,64% del capital. En ese caso, Telefónica hubiera captado entre 1.200 y 1.500 millones de euros.
La OPV otorgaba a Telxius una capitalización bursátil de entre 3.000 y 3.750 millones de euros. Incluida la deuda de 602,9 millones asignada a la compañía, Telxius hubiera nacido con un valor de empresa de entre 3.602 y 4.352 millones de euros.